02 enero 2018

resumen de 2017

Ha sido un año muy atípico, sin volatilidad, intervenidos por los bancos centrales, con una continuidad por el efecto Trump, con un desmadre de las FAANGs, sin corrección alguna… ¿Cómo será 2018? Dudo que sea una continuidad del pasado año. Habrá muchas más emociones…

LECCIONES DEL AÑO QUE ACABA

El análisis de la evolución de los mercados financieros y de los hechos que han influido en dicho comportamiento durante el ejercicio deja algunas enseñanzas:
-  Un año más los mercados financieros siguen intervenidos por la actuación de los bancos centrales. Sólo la intervención del BCE justifica los actuales tipos de interés de los bonos soberanos europeos. Países como España reciben dinero por endeudarse en emisiones hasta tres años. En el caso alemán, hasta vencimientos de ocho años. La presión sobre los tipos de interés de los bonos ha alcanzado a las emisiones de bonos corporativas. Incluso algunas empresas han logrado financiarse a tipos negativos.
-  La ausencia de rentabilidad en las emisiones de renta fija es tan acusada y la liquidez en busca de inversiones tan elevada, que incluso Argentina ha logrado emitir bonos a cien años, a pesar de haber impagado ocho veces en los últimos doscientos años.
-  La represión financiera seguirá presente, al menos, durante el próximo año. La rentabilidad sin riesgo es negativa. Los ahorradores e inversores más conservadores tendrán que asumir riesgo si desean lograr algo de rentabilidad. La rentabilidad media de los fondos monetarios en 2017 es del -0,25%. El propio BCE está fomentando la asunción de riesgos por personas y entidades que en muchos casos no están ni acostumbrados, ni preparados para soportar la eventual materialización de alguno de los riesgos asumidos. Los ahorradores siguen siendo los grandes damnificados de los tipos negativos.
-  La falta de volatilidad ha sido una constante en las bolsas. No se han producido prácticamente oportunidades de compra durante el año. La máxima caída desde los máximos no ha alcanzado ni el 3% en el S&P. Aunque ha sido superior en el Eurostoxx, no se han producido fuertes caídas en breves periodos de tiempo como otros años. El convencimiento de la actuación de los bancos centrales en caso de caídas bruscas, hace que los inversores compren antes en las correcciones.
-  Pase lo que pase, no pasa nada. Los mercados financieros han ignorado noticias que en situaciones normales habrían generado volatilidad y caídas de las cotizaciones: ni el rescate de la banca portuguesa; ni el rescate con dinero público de parte de la banca italiana, ni la caída del Banco Popular; ni la declaración de independencia del parlamento de Cataluña han causado caídas en los índices. Se ignoran los riesgos.
-  Aunque la inflación no haya hecho acto de presencia, el temor a la deflación ha desaparecido. Es el primer paso para un repunte de los índices de inflación. La reforma fiscal de EE.UU. podría ser el desencadenante de un incremento de la inflación.
-  La Reserva Federal es el único banco central que realmente está siguiendo la senda de normalización monetaria. Ya ha subido los tipos de interés en cinco ocasiones y ha comenzado a reducir su balance. Marca el camino al resto de bancos centrales, aunque con un elevado decalaje temporal.
-  A pesar de la fuerte subida de la bolsa norteamericana, con 70 máximos históricos del Dow Jones en el año, los ciclos no han desaparecido, nada sube permanentemente.
-  Las expectativas de crecimiento mundial son extraordinarias, con tasas de incremento superiores al 3,5%, sólo seis países en recesión y sin presiones inflacionistas. No obstante, los tipos de interés intervenidos anestesian el problema de la deuda global.
En definitiva, un año más la actuación de los bancos centrales ha sido fundamental, manteniendo los tipos de interés en mínimos históricos, incluso en negativo, e inyectando liquidez. La valoración de los activos financieros sigue distorsionada por su intervención.
Abrazos,
PD1: Si tu corazón está lleno de Dios no podrá entrar nada que te haga infeliz. Estos días de excesos, de consumismo, de frenesí…, el que piense que esto es la vida normal está muy equivocado. La gente normal y corriente nos dedicamos a trabajar, estudiar, criar a nuestros hijos y tratar de divertirnos haciendo feliz a los demás…, metiendo a Dios en nuestras cosas, sin dejarle fuera.