10 mayo 2016

Las pensiones deben ir a menos...

En Grecia las acaban de bajar por sexta vez… No tienen para pagarlas. Además han subido el IVA al 24%. Y se está negociando una reestructuración de su deuda ya que se han dado cuenta de que es impagable… ¡Cómo me suena!
En España no hay su tía tampoco…
La reciente revisión del cuadro macroeconómico 2015-2019 por parte del gobierno central no sólo ha puesto de relieve que la economía española no reducirá su déficit por debajo del 3% del PIB hasta el año 2017, sino algo acaso más inquietante para nuestro futuro a medio y largo plazo: el déficit de la Seguridad Social se mantendrá sine die. Según las propias estimaciones del Ejecutivo, esta administración acumulará un agujero financiero durante los próximos cuatro años que superará los 40.000 millones de euros, fagocitando así la totalidad del célebre Fondo de Reserva de las pensiones (dotado a día de hoy con apenas 34.000 millones). Semejantes números rojos se mantendrán a pesar de la intensa creación de empleo que prevé el gobierno: dos millones más de puestos de trabajo que arrojarán unos ingresos adicionales por cotizaciones sociales de 20.000 millones de euros anuales, pero que no bastarán para cauterizar la herida por el simple motivo de que los gastos crecerán aún más deprisa.
El problema, además, tan sólo se agravará con el paso del tiempo como consecuencia de la negativa evolución demográfica que exhibirá nuestro país. El mismo INE prevé que dentro de tres décadas habremos pasado de la actual tasa de dos trabajadores cotizantes por pensionista a solo un único trabajador cotizante por pensionista: es decir, la cobertura de las prestaciones sociales contributivas se deteriorará de manera irreversible por mucho empleo que creemos simplemente porque no habrá gente suficiente. Así pues, a corto plazo las secuelas de la crisis consolidarán un déficit en la Seguridad Social que agotará el fondo de reserva de las pensiones; a largo plazo, la demografía volverá el sistema completamente insostenible salvo recortando con intensidad las presentes condiciones de acceso a la jubilación.
¿Qué hacer? Idealmente deberíamos iniciar la transición hacia un modelo de capitalización de las pensiones para que éstas no dependan de la menguante población ocupada dentro de España sino de los activos productivos globales que los trabajadores hayan ido adquiriendo a lo largo de sus vidas laborales: se trata de un modelo tan razonable y necesario que constituye la base del sistema de pensiones en países tan heterogéneos como Chile, Dinamarca o Australia. Pero dado que ningún gobierno parece que vaya a seguir tan sensata vía, al menos sí deberíamos lanzar un claro mensaje a los ciudadanos: ahorren y ahorren para preparar una jubilación que será mucho menos boyante de lo que imaginan.
Si nos fijamos en la evolución de los Presupuestos Generales del Estado, el peso de las pensiones es creciente y no da más de sí…
Es un imposible que se puedan pagar las pensiones en unos años…
Pero el problema es que se miran a los votantes con lupa, y se toman decisiones equivocadas tratando de captar votos como sea. Casi el 50% de los votantes del PP son pensionistas!!! De locos…
Un abrazo,
PD1: No sé lo que ha pasado. Mira los datos de Seguros y Fondos de Pensiones del BdeE:
Graficado:
PD2: Nos crecen los enanos…
Los autores alertan sobre el déficit estructural del actual sistema de pensiones y plantean fórmulas para asegurar la viabilidad futura.
Hace unos días hemos conocido los datos de ejecución presupuestaria de 2015 de la Seguridad Social. Esta información permite conocer el estado actual del sistema contributivo de pensiones y si está en una situación mejor o peor que la prevista cuando se decidió el aumento de las pensiones para 2016. Desde la aprobación de la Ley 23/2013 reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones (IRP), la revalorización tiene en cuenta la evolución estructural (tendencial) de los ingresos y gastos del sistema. En particular, la revalorización de 2016 se hizo con las previsiones presupuestarias de 2015 y 2016, y sobre la evolución a cinco años vista. Aunque la ley obligaba a una aplicación transparente del índice de revalorización, por lo que el Gobierno debía publicar anualmente el valor de las variables que intervienen en su cálculo, este no ha sido el caso en el último año. En 2014 sí que conocimos a través de la AIReF la información detallada de la ejecución de ingresos y gastos hasta 2013 y las previsiones hasta 2020 de evolución de los ingresos y de los componentes del gasto del sistema (número de pensiones y efecto sustitución). Sin embargo, en el caso de la revalorización para 2016 la información disponible ha sido más escasa, al no publicarse los datos definitivos de 2014. Además, para el periodo 2011-13, no concuerda exactamente con los ingresos y gastos publicados en la evaluación emitida un año antes. Dada la ausencia de información homogénea y accesible, para poder escribir este artículo, hemos procedido a calcular el nivel de ingresos y gastos del sistema contributivo para los años 2014 y 2015 a través de las cuentas de la Seguridad Social disponibles en la web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MEYSS), aplicando las definiciones de la Ley 23/2013. Se trata de un ejercicio complicado para cualquier ciudadano de a pie, que debería poder conocer de forma transparente y sencilla cuál es la salud financiera del sistema contributivo, cuánto aumentan las pensiones y por qué lo hacen. La propia AIReF en su evaluación indicaba que la publicación por parte del MEYSS de las series de datos de los componentes de los ingresos y gastos y los supuestos macroeconómicos de las previsiones aportaría transparencia y supondría una mayor comprensión por parte de los ciudadanos del mecanismo de revalorización anual de las pensiones. Una regla predecible junto con una información transparente y fácilmente accesible introduce certidumbre para que la sociedad, a través de sus instituciones, y los ciudadanos, con sus decisiones individuales, puedan anticiparse al futuro. ¿Qué conclusiones se obtienen con la información disponible para 2015 y las previsiones existentes? Una primera conclusión tiene que ver con la desviación de la ejecución que hemos conocido respecto a las previsiones. De acuerdo con nuestros cálculos, los ingresos en 2015, a efectos del cálculo del IRP, han aumentado un 3,4% hasta los 117.812 millones de euros y el gasto un 6,3% hasta 135.279 millones. Estas tasas de crecimiento están por debajo de lo previsto en el caso de los ingresos (las previsiones apuntaban un crecimiento del 6,9%) pero por encima en el caso del gasto (el aumento previsto era del 4,1%), por lo que el déficit del sistema se ha ampliado en lugar de corregirse. Ese déficit, que en 2014 representaba un 10,5% del gasto en pensiones, ha pasado a representar en 2015 el 12,9% del gasto, alcanzando 17.467 millones. Esto significa que aproximadamente de cada 100 euros de pensiones, los ingresos cubren 87,1 euros y los 12,9 euros restantes se financian mediante déficit. 
La segunda conclusión es que la revalorización efectiva de las pensiones para 2016 (0,25%) está muy por encima de la revalorización teórica que garantizaría que el sistema fuera reduciendo gradualmente el déficit existente. Utilizando las previsiones del MEYSS publicadas por la AIReF en su evaluación del aumento para 2016, el crecimiento de las pensiones previsto viene dado por la tasa media de crecimiento de 2011 a 2021 de los ingresos del sistema (2,3%) menos las tasas medias del número de pensiones (1,2%) y de la pensión media (1,6%) producido por el efecto sustitución de pensiones que causan baja por otras nuevas que se dan de alta. Esta diferencia de tasas de crecimiento (igual a -0,5%) se ajusta por una corrección gradual y equivalente a la cuarta parte del déficit tendencial del sistema, que se calcula como la media entre 2011 y 2021. Con las previsiones actuales este déficit representa un 8% del gasto total, por lo que su corrección implica un efecto negativo de 2 puntos porcentuales sobre el IRP teórico. Del déficit de 2015 (12,9% del gasto), 8 puntos tendrían un carácter estructural y casi 5 puntos serían de carácter cíclico, que irán reduciéndose en los próximos años, de acuerdo con las previsiones del MEYSS. A pesar de ser unas previsiones optimistas según la AIReF, principalmente por el lado de los ingresos, el déficit del sistema en 2021 se situará alrededor de 11.000 millones de euros, incluso con revalorizaciones a partir de 2017 como la de 2016 (0,25%). Hace poco más de un año las previsiones apuntaban a que el déficit en 2020 se situaría por debajo de los mil millones. 
Con las suma de las tres tasas medias anteriores (–0,5%) y el ajuste (–2%) para corregir gradualmente el déficit estructural se obtiene que el índice de revalorización teórica para 2016 es igual a -2,5%. En otras palabras, para una pensión de 1.000 euros al mes, la sostenibilidad del sistema requeriría una reducción de 25 euros. Sin embargo, la pensión ha aumentado en 2,5 euros. Esta diferencia de 27,5 euros es una información muy útil para poner en valor la subida de las pensiones, mostrar que han aumentado mucho más de lo que el sistema es capaz de financiar sin cambios y dar a conocer la necesidad de medidas correctoras para reducir esa diferencia entre la revalorización teórica y efectiva. Puesto que la financiación de las pensiones con un déficit permanente no es una opción, la reducción del desajuste entre ingresos y gastos deberá compensarse en el futuro mediante una combinación de las tres alternativas siguientes, como ya poníamos de manifiesto en un artículo de 2014. 
La primera es la aportación de financiación adicional y permanente. Sacar del sistema algunas pensiones sin financiarlas con otros impuestos o con la reducción permanente de gasto en otros capítulos no resuelve el problema, solo lo mueve de sitio. Como ingeniosamente sostenía César Molinas en un artículo del 19 de noviembre de 2015, aunque la vaca del sector público tenga varias tetillas para extraer leche, ¡hay solo una vaca! Y no puede dar mucha más leche que la que da. 
La segunda es la mejora de la eficiencia del sistema para aumentar la recaudación o reducir el gasto, mediante la lucha contra el fraude, la ampliación de bases o nuevos sistemas de liquidación. Y deberá seguir en el futuro con la aplicación del factor de sostenibilidad en 2019 y con nuevas medidas para eliminar regímenes especiales o incentivar el retraso voluntario de la jubilación. 
La tercera alternativa es mediante un crecimiento mayor de los ingresos de la Seguridad Social que de las pensiones futuras. Cuanto mayor sea el crecimiento de la productividad y empleo, más rápidamente podrá reducirse el déficit del sistema y mayor podrá ser la revalorización de las pensiones. Todo ello pasa inexorablemente por avanza en las reformas estructurales que reduzcan permanentemente la tasa de desempleo a niveles similares a los de las economías europeas más avanzadas y mejoren la productividad de nuestras empresas. 
En resumen, la liquidación provisional de las cuentas de la Seguridad Social en 2015 indica que, a pesar de la recuperación económica, el déficit del sistema se ha ampliado. Gracias a las previsiones que requiere la aplicación del índice de revalorización de las pensiones aprobado en 2013 podemos evaluar en qué medida esa ejecución se ha desviado de las previsiones y cuáles son sus consecuencias sobre la salud financiera del sistema a medio plazo. Esa evaluación indica que necesitamos actuar con determinación, anticiparnos al futuro y adoptar cuanto antes un amplio conjunto de medidas con las que reducir el déficit estructural existente.
PD3: Ahora que estamos pagando el IRPF, es interesante ver la bondad de un plan de pensiones como mecanismo de desgravar:
Uno de los principales atractivos de un plan de pensiones radica en su fiscalidad. Esta herramienta de ahorro para la jubilación con la que complementar la pensión pública cuenta con notables ventajas fiscales que hay que tener en cuenta a la hora de realizar la declaración de la renta, cuya campaña empieza el próximo 6 de abril de este año 2016 y termina el 30 de junio.
En los siguientes tres puntos vamos a resumir cuáles son las principales ideas que hay que tener en cuenta en materia de tributación cuando se tiene contratado un plan de pensiones. Son las siguientes:
Aporta para reducir el tramo del IRPF
Lo primero que hay que conocer es la limitación que existe desde 2015 en relación a la aportación al plan de pensiones. La cantidad tope anual queda fijada en 8.000 euros o el 30% neto de los rendimientos del trabajo del contribuyente. La idea que debemos tener en cuenta es que cuanto más se aporte al plan de pensiones, más se reducirá la base imponible. Pongamos un ejemplo. Si mis rendimientos del trabajo ascienden a 40.000 euros y he aportado al plan de pensiones 7.500 euros, en la renta se tributará por 32.500 euros. Dicho en otros términos, se reducirá el tipo marginal y se podrá pagar menos a Hacienda. Son unos impuestos que quedan diferidos. En el futuro, cuando se rescate el dinero de este producto, se deberá rendir cuentas con la Agencia Tributaria y, dependiendo de cómo se haga, será más o menos beneficioso fiscalmente. Aquí te detallamos los tramos del IRPF para este 2016 para que tengas una idea de cómo podría quedar tu tipo marginal en función de lo aportado al plan de pensiones:
De 0 a 12.450 € – 19%
De 12.451 a 20.200 € – 24%
De 20.201 a 35.200 € – 30%
De 35.201 a 60.000 € – 37%
Más de 60.001 € – 45%
En el caso que hemos visto antes, en el que teníamos una base imponible (40.000 euros) por la que se pagaba un 37% a Hacienda, vemos como el tipo se reduce siete puntos, del 37% al 30%, tras la aportación de 7.500 euros anuales al plan de pensiones.
Asesórate bien
Cuando se quiere contratar un plan de pensiones, y pensando en la declaración de la renta y en cómo afectan las aportaciones al IRPF, debemos tener en cuenta que un adecuado asesoramiento es primordial. Antes de realizar aportaciones hay que saber con qué intención y metas se está haciendo. Los expertos de VidaCaixa aconsejan tener claro cuál es el objetivo de ahorro marcado, que éste cumpla con unas ciertas expectativas de rentabilidad y que en todo momento se busque la máxima eficiencia fiscal. A menudo surge la pregunta de si existe una manera mejor o más afinada de aportar al plan de pensiones. La realidad es que no existe una fórmula que aplique a todos por igual. Sin embargo, sí que es cierto que con mayores ingresos durante la etapa laboral (salario, alquileres, etcétera), más beneficioso puede resultar aportar a un plan de pensiones cuando se realice la declaración de la renta.
Cómo rescatar el plan de pensiones
Si nos hemos asesorado bien, el rescate del plan de pensiones será lo más ventajoso posible fiscalmente. Existen tres opciones para recuperar el dinero que hemos aportado a lo largo de la vida del producto. Son las siguientes:
+ Recuperar todo el dinero en forma de capital. Este tipo de rescate es fiscalmente el menos ventajoso. Supongamos que tenemos 150.000 euros en el plan de pensiones. Si queremos recuperarlo todo de golpe, esta cantidad quedará computada como renta del trabajo en la declaración de la renta del año en curso y deberemos pagar casi la mitad en impuestos a Hacienda. Hay que tener en cuenta, por otro lado, que las aportaciones realizadas previamente al 1 de enero de 2007 cuentan con una reducción especial del 40% una vez cobradas, siendo el resto imputado íntegramente como renta del trabajo y, por lo tanto, sin ningún tipo de ventaja fiscal.
+ Recuperar una parte en forma de renta. Es quizá la opción que fiscalmente apunta a mayores beneficios fiscales para quien contrate un plan de pensiones y deba hacer la declaración de la renta. Se trata de ir recibiendo en el periodo que se acuerde con la entidad una cantidad en forma de renta. Ésta complementará la pensión pública si nos hemos jubilado y contará como rentas del trabajo. Si nos hemos asesorado bien previamente es una opción muy acertada.
+ Combinación de la 1ª y la 2ª. Si ninguna de las dos opciones anteriores se adecúa a nuestras necesidades, tenemos la posibilidad de combinarlas. A nivel fiscal es mejor que la primera pero peor que la segunda. Es importante conocer que existe una reducción del 40% en el rescate total en forma de capital.
PD4: Y cuando nos jubilemos, debemos seguir haciendo más cosas por los demás, por la esposa también… Tendremos más tiempo que debemos saber utilizar, y si no se te ocurre qué hacer, pregunta.
El día que me Jubilé, me sentí el hombre más feliz del mundo, por fin podría vivir sin madrugar. 

Pero mi mujer pensaba otra cosa y ya el primer día, subió la persiana a las 8.

- Arriba que tengo que hacer la cama.

!!Coño!!, las 8 y ya tenía que hacer la cama. Fui para el salón, me siento en el sofá y dice:

- ¡¡¡Qué bién estas* sin* hacer* nada!!!

Levanta que tengo que pasar el aspirador. Qué... ¿piensas pasar toda la jubilación* "tirao" en el sofá?

Toda la Jubilación?,….** ¡¡Si era el primer día!!

Para no discutir me fui a dar un paseo, me junte con más compañeros y ahora somos unos… 23.* Vamos todos juntos.* A las 9 ya no hay quien ande, "todo lleno" de gente.* Así que* empezamos a madrugar cada vez más y ahora ya nos levantamos a las 5 y media,… ¡¡ pa poder caminar tranquilos !!

Vuelvo a casa, me aseo y al volver a salir,* ya desde el primer día,* me dice:

- A la vez que vienes tráete el pan, anda.

Luego fueron los tomates, las patatas... To lo que se la olvidaba a ella.

Ayer ya me hizo encargado general de compras.

Ahora tengo que hacer la compra y quiere que gaste poco, así que: el azúcar voy a comprarlo al Lidel, el aceite en Mercadona, el detergente en Pryca, la fruta al chino, y los yogures en el Dia.

A mis amigos les pasó lo mismo y como somos jubilados, que no tontos, nos separamos en grupos y vamos cada grupo para un lado, para ganar tiempo, luego repartimos las cosas y hacemos cuentas.

A las 11 nos toca la revisión de obras, tenemos controladas 18. Vamos "payá" y nos apalancamos los 23 para un lado de la obra. En el centro, que es el mejor sitio, no podemos ponernos, eso está reservado para los retirados, los más antiguos…

Ayer un jubilado de banca dijo que estaban mal puestos unos ladrillos, ¡¡ Se armó la de Dios !!

En el grupo mío hay uno que fue albañil y dijo:

- Tú que sabrás..., patoso, si siempre estuviste en el banco calentando la silla. Lo sabré yo, que soy albañil.

Y dijo otro:

- Que soy no..., dirás que fuiste.

- Es lo mismo, eso nunca se olvida. Es como montar en bici.

A las 6 ya me están llamando, la mujer y la hija, para ir de cursillos.

- ¿Qué pasa? 

¿Vas a estar jubilado sin hacer nada?

¡¡Se te atrofia la cabeza!!

Así que: lunes y miércoles tengo internet, martes y jueves, encaje de bolillos y el viernes,… el viernes, baile. El sábado a yoga....

A las 10, después de cenar, me siento en el sofá y caigo frito. Es entonces* cuando siento un codazo en el hombro…

- ¡¡Venga, vete a la cama que ya estas roncando!!

No, ¡¡si debes estar "reventáo" de estar todo día sin hacer nada!!

Joder con estar jubilado......