28 marzo 2016

industria española

Se hizo una fuerte reconversión en los años 80 para mejorar su eficiencia que era nula. Y desde la crisis de 2008, no se han hecho más que perder empleos industriales. ¿Sobreviviremos sin industria?

España tiene hoy 49.684 'fábricas' menos que en 2008

El sector ha destruido 884.000 empleos desde 2008
Canarias, Cataluña y Andalucía, las regiones que más han sufrido la desindustrialización.
El camino a la reindustrialización del país que prometen los cuatro grandes partidos con opciones de formar Gobierno no va a ser fácil. A pesar de ser el sector que mejor combate los ciclos económicos, España sale de la crisis iniciada en 2008 con un total de 49.584 empresas industriales menos. La destrucción asciende al 20% del tejido total.
Gran parte de la contracción industrial está ligada al pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008. El parón de las obras hace ocho años tuvo un impacto inmediato en las cadenas de montaje de la industria, sobre todo en aquella de pequeña dimensión que no pudo engancharse al tren de la exportación que saltó la frontera en busca de mercados con mayor potencial de crecimiento. Muebles, madera, elementos metálicos para la construcción, maquinaria... En estos sectores el cierre de compañías afectó al 30% del total.
Por autonomías, Canarias, Cataluña y Andalucía lideraron la destrucción de tejido industrial con tasas en todos los casos superiores al 25%. No obstante, estas dos últimas regiones son las que gozan en la actualidad de un mayor número de empresas industriales. Por el contrario, la región que mejor se defendió ante el fenómeno de la desindustrialización fue Navarra, donde la contracción se limitó al 7,8%.
Cuando una fábrica cierra o se marcha a otro territorio, las opciones de que vuelva a reabrir sus puertas son casi nulas. La puesta en marcha de este tipo de empresas suele requerir una elevada inversión -ligada a un crédito hasta ahora restringido a grandes compañías- y todo tipo de permisos a nivel estatal, autonómico y municipal. Por no hablar de la falta de una regulación clara que incentive a este sector. "Tenemos un problema de competitividad y urgen medidas en ámbitos como la energía o la logística", explica Agustín Martín, secretario general de Industria de CCOO.
El cierre de una fábrica lleva aparejado el despido de decenas e incluso cientos de trabajadores, según el tamaño de la instalación. Hay ejemplos recientes como el anuncio de cierre de Altadis en Logroño, que afecta a 471 empleos, o la paralización de una planta del gigante ArcelorMittal en Sestao. En los últimos siete años en el país han cerrado sus puertas un total de 227 compañías con más de 500 empleados, de las cuales 42 tenían más de 1.000 personas contratadas y cinco llegaban a superar el umbral de los 5.000. En total, el sector emplea hoy a 884.000 personas menos que antes de la crisis.
Los sindicatos denuncian que, a diferencia de Europa, los cierres industriales en España no van acompañados de ningún proceso de reestructuración hacia otros sectores con mayor potencial de desarrollo, lo que condena al país a una futura "desertización industrial". "Tras seis años de crisis, no se percibe ningún cambio en el modelo de crecimiento. España necesita una política industrial a largo plazo, regulando aspectos claves como la educación o la energía", añade Martín.
Pero no todos los sectores industriales han reducido su peso desde el año 2008. La industria ligada al negocio energético se ha incrementado aprovechando la progresiva liberalización del subsector eléctrico y hay más compañías dedicadas a la extracción de petróleo y gas atraídas por el auge del fracking y las pasadasprospecciones petrolíferas de Canarias.
A pesar de la pérdida de tejido industrial, las fábricas supervivientes a la crisis han comenzado a reactivar su producción impulsadas por la mejora económica. El Índice de Producción Industrial (IPI) cerró el pasado 2015 con un aumento anual del 3,4% aupada en el fuerte tirón de los bienes de equipo y los bienes intermedios, donde se registraron tasas de crecimiento del 7,6% y 6,8% respectivamente. Estos números muestran cómo las empresas industriales han iniciado la renovación de sus máquinas y la instalación de nuevas herramientas para afrontar un esperado incremento de pedidos.
La mejora de la industria también va por regiones. La Comunidad Valenciana lideró el pasado año la recuperación con una mejora de este indicador del 7,3%, seguida por la Región de Murcia (+6,3%) y Andalucía (+5,1%). En el lado opuesto de la balanza, autonomías como Islas Baleares (-10,1%), Cantabria (-5,7%) y Extremadura (-4,2%) lideran las caídas de actividad.
Abrazos,
PD1: Picaresca pura…
El engaño, la falsificación, la manipulación contable, y la propaganda utilizada por las grandes corporaciones y sus voceros mediáticos es cada día más evidente. Hay una profunda desesperación por intentar extraer el último euro de sus clientes y de los contribuyentes. Pero este castillo de naipes está a punto de derrumbarse. De los distintos engaños contables que se han ido generalizando desde el estallido de la actual crisis sistémica analizaremos dos de ellos, la recompra de acciones y los créditos fiscales. En este blog nos centraremos en el primero.
Los directores generales de las grandes corporaciones, y no tan grandes, aceleraron en los dos últimos años la recompra de acciones de sus compañías vía deuda. Se trata de un acto de pura codicia destinado a impulsar su propia remuneración variable. La remuneración basada en la cotización de las acciones de la empresa no es solo imprudente y absurda, es socialmente depredadora.
Quienes dirigen las grandes empresas no tienen el sentido común ni la más mínima preocupación por la viabilidad a largo plazo de sus compañías
El anterior récord en la recompra de acciones se produjo en 2008, en plena burbuja inmobiliaria y financiera. Esta brillante estrategia produjo pérdidas superiores al 50% en cuestión de meses. Pero no vayan a pensar ustedes que alguno de los miembros de los distintos consejos de administración dimitieron por semejantes errores estratégicos. Lo peor es que estos ególatras no volvieron a recomprar acciones a lo largo de 2009 y 2010, cuando podrían haber hecho su agosto con las valoraciones en mínimos de la década. Después, cuando los mercados bursátiles subieron un 100%, entonces, sí, comenzaron de nuevo los préstamos para la recompra de acciones. En 2015 alcanzaron un nuevo récord histórico.
A medida que los CEO de las distintas compañías han pedido prestado miles de millones para recomprar acciones, claramente sobrevaloradas e infladas, han puesto la sostenibilidad a largo plazo de sus empresas en situación de riesgo extremo. En definitiva, los hombres que dirigen estas empresas no tienen el sentido común ni la más mínima preocupación por la viabilidad a largo plazo de sus compañías. En su momento recibirán un paracaídas de oro sin importar lo bien o mal que lo hayan hecho. Pero este esquema de recompra de acciones por los ejecutivos de las grandes empresas es sólo uno de los métodos tortuosos utilizados para encubrir el fuerte descenso de los beneficios empresariales.
Tenemos una enorme burbuja generalizada a punto de reventar -los descensos durante los últimos meses son meras correcciones-. Y de nuevo todo se parece a 2008: política monetaria inefectiva que activa inflaciones de activos; unido a un fraude contable impulsado por los excesivos y deficientes modelos de compensación. Se trata de ocultar los malos resultados económicos y financieros.
La creciente desesperación de los ejecutivos de las grandes corporaciones se ha traducido en trucos de contabilidad
Criterios contables generalmente aceptados (GAAP)
La creciente desesperación de los ejecutivos de las grandes corporaciones es evidente, traduciéndose en trucos de contabilidad que han hecho que en 2015 se haya dado la segunda mayor discrepancia de la historia entre los resultados obtenidos y los denominados resultados GAAP (Generally Accepted Accounting Principles), sólo superada en 2008.
Las resultados bajo formato contable GAAP son la presentación de las cuentas de una compañía basados en la utilización de los criterios contables generalmente aceptados, es decir ajustadas a la normativa contable estándar uniforme que tienen todas las empresas para presentar su información contable. Sin embargo, las compañías consideran que la información contable bajo GAAP no acaba de explicar bien la evolución real del negocio y deciden presentar a los inversores unas cuentas formuladas sin seguir los criterios contables GAAP. Lo que se busca presentando las cuentas distintas a criterio GAAP es intentar convencer a los analistas que los resultados no son tan malos como indica la contabilidad estándar.
En Estados Unidos, donde las estadísticas están más adelantadas, existe una desviación del 25% entre la fantasía, resultados no GAAP, y la realidad, resultados GAAP. Se trata de la segunda mayor discrepancia tras 2008. Su impacto en valoración es brutal. Pero el aspecto más irritante de esta estratagema generalizada -muy extendida también por estos lares- es la falta de conciencia o reconocimiento de las malas praxis que en su momento desembocaron en la crisis sistémica de 2008.
Ausencia de inversión productiva
Hace tiempo las empresas dejaron de adoptar un enfoque de largo plazo. Tienen una visión cortoplacista. No se fomenta la inversión a largo plazo, solo la especulativa. Los líderes corporativos han respondido con acciones que pueden ofrecer resultados inmediatos a los accionistas, tales como recompras de acciones o aumentos de dividendos, mientras que no han invertido suficientemente en innovación, mano de obra especializada o gastos de capital necesarios para sostener el crecimiento a largo plazo.
Es necesario utilizar políticas públicas para incentivar el largo plazo
Es necesario utilizar políticas públicas para incentivar el largo plazo. Ello supone reconocer el fracaso del mantra de la maximización del valor de la acción, el fracaso de las políticas de oferta, el fracaso de la actual política monetaria destinada a genera inflaciones de activos, el fracaso de la política fiscal dedicada a incentivar la financiarización de la economía global.
Pero, ¿saben ustedes que se está haciendo desde las esferas políticas patrias? Premiar las malas praxis favoreciendo nuevas artimañas fiscales para eludir legalmente el pago del impuesto de sociedades -vía créditos fiscales-. España por obra y gracia de la élite patria se ha convertido en un paraíso fiscal, donde la ciudadanía mantiene al Estado, mientras que la banca y las grandes empresas socializan sus pérdidas. De ello hablaremos en el siguiente blog.
PD2: El Museo del Prado sigue dando pasos interesantes. Comentarios de cuadros. Uno de Rubens y Brueghel al alimón: https://www.youtube.com/watch?v=wBjANhKq58Y Muy interesante…
Otro más, Pedro Nuñez del Valle, discípulo de Caravaggio: https://www.youtube.com/watch?v=y52qbhTTvhg
PD3: Feliz Pascua de Resurrección!!