16 septiembre 2015

no tenemos un tejido industrial

Ni las empresas del Ibex aportan mucho al conjunto de España. Somos un país de pequeñas empresas y dependemos de ellas para que el paro disminuya…

CASI TODAS LAS EMPRESAS DE ESPAÑA SON PYMES

Hay un total de 3.110.522 pequeñas y medianas empresas, según el informe 'Retratos de las pymes 2015'
Las pequeñas y medianas empresas representan el 99,9% de las compañías que hay en España. Esto se traduce en 3.110.522 pymes, según recoge el informe 'Retratos de las pymes 2015' que realiza un órgano dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo como es la Subdirección General de Apoyo a la pyme.
Recordemos que las pequeñas y medianas empresas son aquellas que cuentan con menos de 250 trabajadores y su volumen de negocio anual no rebasa los 50 millones de euros. Casi la mitad de estas pymes adquieren el calificativo de microempresas sin empleados, ya que representan un total de 1.670.329 negocios, de los cuales 1.050.714 son personas físicas (53%).
Las microempresas son aquellas compañías que tienen entre uno y nueve trabajadores suponen el 42,2% del tejido empresarial del país, con 1.314.398 sociedades, mientras que las empresas pequeñas, que hacen referencia a aquellas que tienen entre 10 y 49 asalariados alcanzan las 107.784, abarcando el 3,5% del total. Por su parte, las medianas, que van desde los 50 hasta los 249, suponen el 0,6% y cuentan con 18.011.
Grandes empresas en España
España contaba con fecha del 1 de enero de 2014 con 3.839 grandes compañías, que representaban el 0,1% del tejido empresarial, según las estadísticas que tenía el Directorio Central de Empresas (Dirce).
Otros datos que se pueden extraer de este informe realizado por la Subdirección General de Apoyo a la pyme es que el sector servicios acapara la mayor parte de las empresas que hay en el país. El 24,3% están englobadas dentro del sector de comercio, mientras que el 56,2% se encuadran en el resto de servicios.
Creación de más de 115.000 empleos en un año
De las empresas de carácter industrial, el 85,8% son microempresas y de éstas, casi la mitad tienen entre uno y nueve empleados. Hay que decir que el sector de la construcción reúne al mayor número de compañías sin asalariados con un 61,5%.
A lo largo del año pasado aumentó el número de trabajadores en las pymes en un 1,63%, que implicó la creación de 116.515 puestos de empleo.
Muchas empresas muy pequeñas y muy pocas empresas de gran tamaño: Malo, malo…
Que somos un país de Pymes nadie lo duda. Ahora bien, que esto represente el 99,3% del tejido industrial, eso ya son palabras mayores.
Les recomiendo encarecidamente una lectura del informe anual que publicó el pasado mes de julio el Circulo de Empresarios cuyo título , La empresa mediana española, es más una carta de intenciones que no una realidad económica.
Las conclusiones no podrían ser más demoledoras: si España tuviese un tejido empresarial próximo al modelo alemán, la productividad de nuestro país podría elevarse un 13% con la consecuente aparición de unas 15,000 nuevas compañías y una creación de empleo directo de unos 400,000 puestos de trabajo. Como poco, da para meditar un rato.
Paradójicamente lo que se promueve desde esta u otras asociaciones empresariales no son medidas ni expansivas de gasto, ni de crecimiento del déficit público a base de subvenciones ni siquiera de bajada de impuestos. No. Es mucho más sencillo. Sólo se necesita no entorpecer. No poner trabas a las compañías con la hiperregulación existente en aras de una burocratización del sistema y en una supuesta defensa de los trabajadores más propia del Siglo XIXque no del XXI.
El limite de 6 MM de € en facturación o la superación de los 50 trabajadores de plantilla suponen la frontera donde un paso adelante puede acabar incluso con la propia compañía. Tres son las trabas que impiden aumentar de tamaño a nuestras empresas, ya que dar el paso puede suponer unos costes laborales o de gestión inasumibles acorde al tamaño de estas. A saber:
1.- Superar los 6 MM de facturación supone un cambio de régimen fiscal para la empresa. Pasan directamente a integrarse en la Unidad de Grandes Contribuyentes. Lo cual no tendría más importancia si no fuese porque conlleva 2 grandes cambios en la tributación de la compañía:
+ El tipo de pago fraccionado a cuenta del Impuesto de Sociedades pasa del 18% al 20% (o superior) sobre la base imponible.
+ Las liquidaciones del IVA pasan a ser mensuales en lugar de ser trimestrales.
2.- Pasar de 50 trabajadores en plantilla supone (a potestad de los trabajadores) la posibilidad de tener que incorporar un comité de empresa. Nada que objetar, salvo que eso lleva aparejado la incorporación de nuevas gestiones administrativas y la creación de unas bolsas de horas laborables remuneradas y liberadas.
3.- La última de las barreras para el paso de un tamaño de pequeña a gran compañía es si cabe más sangrante. Cuando una compañía cumple alguno de los 3 requisitos siguientes: activo total superior a 2,85 MM, facturación superior a 5,7 MM o más de 50 trabajadores, automáticamente incurre en la obligación de presentar unas cuentas anuales auditadas. Pasando de una contabilidad abreviada a una de carácter general con el consiguiente sobre coste que supone, ya no solo el auditor, si no la implantación de una gestión contable más compleja.
La reciente crisis debería habernos ayudado a corregir estos déficit estructurales de nuestra economía que han supuesto la destrucción de casi 200,000 compañías,  mayoritariamente en la banda de 10 a 49 trabajadores. Claramente el sistema protege el auto empleo o a las grandes corporaciones. El resto (mayoritario) queda absolutamente en descubierto ante la falta de financiación o sistemas flexibles de adaptación a los entornos cambiantes.
Un mayor tamaño de las compañías permitiría, por ejemplo, poder recurrir a financiación no bancaria, o tener capacidad suficiente de incorporarse a nuevos mercados mediante procesos de fusiones o adquisiciones de compañías complementarias o competidoras.
Miren que a veces resulta fácil la cosa: copiar lo que funciona. Pues no. Nos empeñamos en controlarlo todo o sobreprotegerlo tanto que al final conseguimos el efecto contrario.
Abrazos,
En los últimos días se ha escrito mucho sobre cómo se verá reducido el empleo por culpa de los ordenadores que harán muchos trabajos que los hace el ser humano ahora… Esto es muy preocupante y será una tendencia imparable a largo plazo…
PD2: No nos obsesionemos por el futuro… Cada "hoy" es un regalo. Por eso se le llama "presente". El futuro está en las manos de la Providencia. El Señor proveerá…