28 mayo 2015

camelo

Cuidadito con lo que ofrece la banca en forma de depósitos. No lo son. Son estructuras financieras donde se gana si se cumple una premisa, que casi nunca se cumple. Y tiene muchos costes ocultos. Hay que comprar solamente productos simples y no meterse en berenjenales…, que llevan a engaño. Nadie regala duros a 4 pesetas, decía un viejo refrán que siempre se ha cumplido. Evita esto que ofrecen…
Las imposiciones a plazo fijo ofrecen de media un 0,44% anual hasta 12 meses. La alternativa de los bancos para ofrecer más son depósitos referenciados a Bolsa o que exigen inversiones en otros productos.
Los tipos de interés están por los suelos, pese al reciente repunte de las rentabilidades en el mercado secundario, con el bono español a 10 años cerca del 2% y el bund alemán a más del 0,6%. Con todo, el tipo de interés de los depósitos bancarios para los particulares se ha desplomado. Hasta 12 meses, la media se queda en el 0,44%, frente al 1,5% de hace año y medio y a años luz de entorno del 3% que se pagaba a finales de 2011 y 2012, según los datos del Banco de España.
El nuevo invento de los bancos para captar liquidez y ofrecer una rentabilidad atractiva son los depósitos estructurados, vinculados a la evolución de un índice o de una cartera de acciones. Si la referencia supera el objetivo, el producto dará la máxima rentabilidad; si no lo hace, no pagará nada o, en el mejor de los casos, un tipo de interés simbólico.
Otra opción son los depósitos con intereses por encima del mercado siempre que una parte del dinero e destine a un producto de inversión que deje más comisiones en la cuenta de resultados de la entidad. Léase: un fondo de inversión, de pensiones o un seguro de ahorro.
Los bancos renuevan su escaparate de depósitos referenciados cada cierto tiempo, pues son productos de diseño que incluyen una opción; el precio de este derivado ha de calcularse en cada momento en función de la situación de mercado. Estas son ocho ofertas actuales.
Mediolanum
El banco de origen italiano, que cuenta con la garantía del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español, comercializa un depósito a seis meses al 2,75% anual, según informa HelpMyCash. Se debe aportar dinero nuevo por un mínimo de 25.000 euros y la misma cantidad del depósito debe destinarse a un producto gestionado por Mediolanum, como un fondo de inversión, de pensiones o un seguro de ahorro. Se puede liquidar anticipadamente sin penalización.
Novabanco
La filosofía es la misma que el del producto de Mediolanum, si bien Novobanco (antiguo Espírito Santo) no está cubierto por el FGD español, sino por el portugués. La rentabilidad del depósito a seis meses se queda en el 1,9% anual y exige la contratación de un fondo de inversión comercializado por la entidad con una comisión de gestión mínima del 0,5%.
Banco Popular
La entidad que preside Ángel Ron comercializa un depósito ligado a las acciones de Telefónica y Repsol contratable hasta el 19 de mayo por un plazo de 24 meses. El mínimo son 10.000 euros. Si el precio de las dos acciones es igual o superior al inicial la rentabilidad será del 1,75%; en caso contrario, del 0,2%,según HelpMyCash.
CatalunyaCaixa
La duración es variable, de 12 o de 24 meses, en función del comportamiento de las acciones a las que está vinculado: Vodafone, Microsoft y Telefónica. Si al año están al mismo precio o han subido, el inversor recibe el 1,7% anual y se le devuelve la aportación inicial. En caso contrario, se le pagará un 0,1%, el depósito se amplía en otros 12 meses y ocurre lo mismo: si en otros 12 meses las acciones se han mantenido o subido recibirá un 1,7% anual; si no, un 0,1%. Se puede contratar hasta el 12 de junio.
Oficinadirecta.com
Vinculado a telefónica y Repsol es exactamente igual al que ofrece Banco Popular. También contratable hasta el 19 de mayo.
Bankinter
Una de las entidades más activas, desde siempre y más tras el desplome de los tipos en los depósitos estructurados, comercializa hasta el 21 de mayo y desde 1.000 euros uno referenciado a BBVA y Telefónica. El plazo es de año y medio. Si los dos valores se han mantenido o subido, se pagará una rentabilidad anual del 1,32%; en caso contrario, del 0,13%.
Bankoa
La entidad financiera controlada por Crédit Agricole eleva la rentabilidad de sus depósitos si se aporta un porcentaje de la inversión inicial a un fondo dentro de una selección determinada. Si el 75% del dinero va al plazo fijo, este dará un 1%; en caso de que solo reciba el 30%, el interés sube hasta el 1,5%. La inversión mínima conjunta es de 24.000 euros.
Openbank
La fórmula elegida del banco en Internet de Santander para extratipar los depósitos es también venderlos con un fondo de inversión. El 50% del importe debe ir a una selección de fondos y el otro 50%, a un depósito a 13 meses al 1,25%. El importe mínimo es de 1.500 euros
Ahora, más que nunca, es el momento de invertir en fondos gestionados por gestoras internacionales, pudiendo invertir en cualquier parte del mundo. Abrazos,
PD1: Ahora va China y se pone a competir con España y Francia haciendo vino… ¡Cómo será de malo!

China ya cultiva más viñas que Francia y se sitúa por detrás de España

La producción de vino de los chinos es sin embargo muy baja porque son viñedos nuevos y destina mucho a uva de mesa y pasas
España registra los mejores números en aumento de la producción y en exportaciones por volumen
Francia e Italia, triplican y duplican respectivamente, el valor del vino exportado en relación a los caldos españoles
El director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, el francés Jean Marie Aurand, presentó ayer en París, sede de la institución, las grandes cifras del sector vitivinícola en el mundo el pasado año, la situación del mercado y el comercio, además de las estimaciones de este año en el hemisferio sur. Uno de los datos chocantes es que China supera a Francia en superficie de viñedo, colocándose por detrás de España, que es el líder mundial. Sin embargo, este avance en plantación no se traslada automáticamente a producción de vino, ya que muchas de las viñas tienen menos de tres años y rinden poco, a lo que hay que sumar el hecho de que mucha producción se destina a uva de mesa y pasas.
La mitad de las viñas del mundo se cultivan en cinco países, con España a la cabeza superando ligeramente el millón de hectáreas (1,02), seguida de China, con 799 millones, Francia (792), Italia (690) y Turquía (502). En los últimos 15 años, el arranque de viñedos fomentado y primado por la política agraria europea ha sido compensado por alzas en otros países, fundamentalmente en China. Para hacerse una idea del empuje chino, basta subrayar que en el año 2000, su superficie de viñedos era el 3,9% del total mundial y el año pasado ha pasado a ser el 10,6%, por detrás del 13,5% de España.
Ateniéndonos al vino (mostos y jugos aparte), la producción mundial se situó el pasado año en 279 millones de hectólitros, una cifra inferior en un 4% a la extraordinaria de 2013, pero entre las cuatro más elevadas de los últimos 15 años. Francia es el líder mundial en producción, con 46,6 millones de hectólitros, seguido de Italia (44,7) y España (41,6). Estados Unidos, con 22 millones está a mucha distancia, pero todavía muy por encima de Argentina (15), Australia (12), Sudáfrica (11,3), China (11,1), Chile (10,5) y Alemania (9,3).

Estados Unidos es el primer mercado del mundo por consumo y China, el quinto

Los productores españoles de vino han mejorado mucho el rendimiento de sus viñas, y en los dos últimos ejercicios han conseguido producir bastante más, dos dígitos, que antes de los arranques, y es el país productor con mayor tendencia alcista, aunque el último año haya descendido un 9% en volumen respecto a 2013. En cuanto al consumo mundial, 240 millones de hectólitros, en los últimos 7 años se ha mantenido estable a pesar de la crisis económica. En consumo, el ránking cambia y es Estados Unidos quien lidera, tras superar por segundo año consecutivo a Francia, con el 13% del consumo mundial frente al 12% galo. Italia, Alemania y China, les siguen con el 9,8 y 7% respectivamente. Estados Unidos ocupa la primera posición total debido al empuje del blanco. España ocupa el séptimo lugar por consumo, con un incremento del 2%, siendo además una excepción entre los países de tradición vinícola, Francia e Italia, donde baja.
Los chinos tras muchos años de crecimiento del consumo bajan, con una caída notable, del orden de un 7%, debido fundamentalmente a las barreras que impuso Pekín a las importaciones para castigar comercialmente a la Unión Europea. Hay que aclarar queChina, incluyendo Hong Kong fue el país que más consumió vino tinto, por delante de Francia, en 2013.
El sector del vino genera una riqueza considerable a nivel mundial, con un valor estimado de su comercio en 26.000 millones de euros, que el año pasado se mantuvo estable, pero muy superior a los 18.000 del año 2009. De este comercio, el 37% es granel.

España tiene un largo camino que recorrer para que sus vinos sean valiosamente percibidos en el extranjero

En cuanto a las exportaciones, seis países bajan en valor y en volumen, encabezados por Estados Unidos, al que siguen Sudáfrica, Alemania, Argentina, Chile y Francia. Portugal ha conseguido aumentar en valor aunque con menor volumen, mientras que España y Australia lo han hecho al revés, venden en el exterior con menos valor añadido y en mayor cantidad. Los únicos dos países que han mejorado en valor añadido y cantidad han sido Italia y Nueva Zelanda, siendo este último país el que mejor lo ha hecho, con un 9,3% de aumento del valor de sus exportaciones. España tiene el mejor registro en volumen de las exportaciones, con un alza del 21,7%, pero tirando precios. Los cinco primeros países exportadores de vino absorben el 70% del total del mercado. España consiguió vender vino valorado en 2.468 millones de euros, siendo el tercero, por detrás de Francia (7.730 millones) e Italia (5.078).
Estas diferencias muestran claramente el largo camino que les queda a las marcas españolas para mejorar la percepción del consumidor extranjero. España exporta el 50% más que Francia en volumen e ingresa el 66% menos. Los países que importan más vino por valor total de la mercancía son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón y China. Si nos atenemos al volumen, aparece en cuarto lugar de la clasificación de importadores, Francia, que absorbe una gran cantidad de rosado de España.
PD2: Lo que dice un párroco madrileño:
   A nadie se le oculta que, a día de hoy, en España, es mucho mayor el número de sacerdotes que mueren o se retiran a causa de la edad a lo largo de un año que el de aquéllos que reciben las sagradas órdenes ese mismo año. La proporción, en muchos lugares, es de 3 ó 4 bajas por cada alta. El dato lleva a muchos a preocuparse cuando lanzan su mirada veinte o treinta años hacia delante… ¿Podrán los sacerdotes españoles de 2035 cuidar del rebaño con la debida atención? Quienes ahora nos encontramos –según las estadísticas– a mitad de camino, ¿llegaremos vivos a esa fecha, o habremos muerto a causa de un infarto de miocardio provocado por el exceso de trabajo? Sé que los números, así, en bruto, parecen más que preocupantes.
   Sin embargo…
   Lo que escribo a partir de ahora lo escribo apoyado, exclusivamente, en los datos que recojo desde mi pequeño observatorio. Soy párroco español, y trabajo en la provincia de Madrid. Hablo y me reúno con párrocos españoles que trabajan en España. Por tanto, mis palabras tienen un valor relativo y opinable. Son las conclusiones de quien, a lo largo de veinte años de sacerdocio, ha observado cómo se mueve el paisaje a su alrededor en un sentido muy determinado, y se atreve a presumir que ese movimiento continuará, más o menos acelerado, en la misma dirección. Por tanto, rebus sic stantibus
   El número de asistentes a la misa dominical, que descendió drásticamente en los últimos veinte años del siglo pasado, ahora permanece, más o menos, estable. El feligrés que venía a misa por guardar las apariencias, prácticamente, ha desaparecido. Ha dejado de venir, porque, en 2015, venir a misa ya no suscita aprobación social, ni, desde luego, resulta nadie estigmatizado por no ir a misa. Las personas que vienen a misa los domingos en España son personas de fe. Su formación doctrinal, en términos generales, es muy escasa –¡culpa nuestra!–, pero su fe está viva.
   El número de bodas ha descendido estrepitosamente desde el comienzo de la crisis económica. La inmensa mayoría de quienes vienen a la parroquia a casarse llevan años conviviendo. En muchos casos, acuden a la boda acompañados de sus hijos. No son asiduos de la misa dominical, y, para ellos, el matrimonio eclesiástico tiene el aliciente de la belleza formal –mucho más lucida que la frialdad de un juzgado– o de la satisfacción de unos padres –abuelos– que son personas de fe. Para estos «contrayentes», la boda no supone novedad alguna en sus vidas. Ya conviven, ya tienen hijos… Se trata, simplemente, de un acto social bastante oneroso. Por eso, la aparición de la crisis económica ha conllevado la práctica desaparición de las bodas.
   El número de bautizos desciende lentamente. Hasta hace unos años, la pila bautismal era paso obligado para todo niño que nacía en España. Hoy ya no lo es. Quienes se acercan a bautizar a sus hijos son cada vez menos. Y, en gran parte de los casos, el bautismo es una forma de dar satisfacción a los abuelos. En mi parroquia, sólo 1 de cada 100 niños bautizados es hijo de padres asiduos a la misa dominical. No exagero. Y preveo que, con el paso de los años, sólo ese niño (1 entre 100) será traído por sus padres para recibir el bautismo.
   En cuanto a la primera comunión, también desciende lentamente el número de niños que la recibe cada año. Si las cosas siguen evolucionando como hasta ahora, dentro de poco hacer la primera comunión no estará bien visto, como ya no está bien visto venir a misa o casarse en la iglesia. No me extrañaría nada que, al cabo de unos años –no muchos– tan sólo acudan a recibir su primera comunión los hijos de las familias que asisten a la misa del domingo. A ojo de buen cubero, otro 1%.
   Frente a estos datos, a lo largo de estos veinte años he observado cómo, poco a poco, crece el número de personas que asisten a misa diariamente. También puedo decir que son personas cada vez más jóvenes. Si, a finales del siglo pasado, la persona de misa diaria se identificaba con la viejecita vestida de negro que se arrimaba al san Antonio de la iglesia, hoy día la misa de los días laborables se nos llena de padres y madres de familia, trabajadores y amas de casa. En los últimos diez años, me ha sorprendido gratamente ver cómo cada vez más niños vienen con sus padres a misa todos los días. Doy los datos de mi parroquia: en 2002 eran 6 las personas que asistían a misa los días laborables. Hoy son entre 30 y 60.
   También es mucho mayor el número de feligreses que se acerca al sacramento de la Penitencia. Ha bastado con que los sacerdotes ocupásemos unos confesonarios que llevaban años vacíos (desde el postconcilio) para que los feligreses acudieran, no diré en masa, pero sí en grandes cantidades. En mi parroquia, el confesor no puede rezar ni una avemaría en el confesonario antes de las misas ni durante las misas. El tráfico de penitentes es constante.
   Apuntados todos estos datos, pasemos a los pronósticos. Tal como yo lo veo, en 2035 habrá muchas menos bodas, bautizos y comuniones. El árbol de la Iglesia española habrá visto caer todas sus hojas secas (con excepción de las que hayamos podido recuperar en cursillos de bautismo o matrimonio, así como aprovechando las primeras comuniones de los niños). El trabajo del sacerdote estará centrado en ese pequeño porcentaje de feligreses que tienen fe, y ello redundará en una mayor atención a la formación doctrinal y espiritual de esas personas. Tendremos una cristiandad mucho menos numerosa, pero mucho mejor formada y más comprometida con Dios. Y de esa cristiandad, de esas familias, nacerán vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. También espero, de esa cristiandad, que sea la que se inflame en un impulso apostólico que la lleve a cristianizar de nuevo España como hicieron con el mundo los primeros Doce.
   Pero, volviendo al futuro próximo, yo no tendría miedo. La Iglesia producirá, como hasta hoy, exactamente el número de sacerdotes que necesita y merece. Y ese número crecerá conforme crezca esa verdadera Iglesia. Tan sólo deseo que nosotros, los sacerdotes de 2015, nos dediquemos a ser lo que somos, sacerdotes de Jesucristo. Y podamos dejar el pluriempleo que conlleva trabajar de gestores de actos públicos para entregarnos por entero al ministerio.
   Dicho sea, todo esto, con toda reserva…