20 enero 2015

recuperación en España

Este año creceremos un 2%. Lo dice hasta el FMI que siempre suele fallar. Lo dice el Gobierno que sabe mucho de nuestras tripas… Nos ha tocado la lotería con el precio del petróleo. Pero crecer un 2% o un 1% no nos saca de la crisis de deuda que sufrimos. Hay que pagar deudas, las muchas deudas para salir de la crisis. Y si volvemos a crecer con consumo y a crédito, lo haremos mal de nuevo, como antes…
Desde el mensaje machacón de que crecemos mucho, ves ciertas cifras y son tan incipientes que asombra el énfasis que se les da:
Se habla mucho estos días de las ventas de coches… Han subido pero andan lejos de los altos alcanzados.
Y los datos recientes gracias al plan PIVE, que si no otro gallo cantaría… Política de subvención pública, lo que siempre nos ha gustado y no podemos quitarnos de la cabeza…
Mira los datos comparativos de matriculaciones en Europa:
Encuadra este gráfico la diferenciación entre los países ricos y los pobres, los que se están recuperando de la crisis, y los que siguen sufriendo las graves consecuencias de la misma…
Además, es un problema de antigüedad de los vehículos. Si no fuera porque están tan viejos, la gente tardaría en cambiar de coche… Pero es que el 50% de los coches españoles tienen más de 10 años:
Para más detalle:
Y sin embargo, si miramos los datos de consumo de gasolina, las cosas no andan tan boyantes. Hasta noviembre, cuando no había habido una bajada clara de los precios fruto del desplome del crudo, los datos eran:
Consumo gasolina (en ene-nov de cada año):
2014: 4.222,5 Tm
2013: 4.267,9
2012: 4.517,7
2011: 4.858,3
2010: 5.203,2
2009: 5.515,4
Abrazos,
PD1: Cada vez se compra más por Internet. Es muy cómodo, hay de todo y a muy buen precio. Amazon liderará las ventas en España ya que muchos se han acostumbrado a hacer las compras navideñas ahí. Y eso que sabemos que no paga impuestos ni en España ni en toda la UE (está radicada en Luxemburgo con el pacto de no tributar apenas…) Eso sí, cada vez que compras por Internet algo, es como si lo estuvieras importando de fuera y no le quedara a España nada, salvo a las empresas de mensajería que también son extranjeras… Cada vez que haces un click y cierras una compra, un regalo, se muere un hada… y cierra una tienda en España. Lo siento de veras, pero es imposible de competir, es imposible de que las tiendas locales sean tan ágiles y eficientes…

Los gigantes del comercio venden 16.000 millones online

La apuesta por Internet de grupos como El Corte Inglés, Inditex y Mango, el fuerte crecimiento de Amazon y el repunte del consumo permiten que el comercio electrónico en España crezca un 24%.
La apuesta decidida por Internet de los grandes actores del sector de la distribución, el tirón de gigantes mundiales como Amazon y el repunte del consumo han impulsado definitivamente el comercio electrónico en España, que ha cerrado la última campaña de Navidad con cifras récord de ventas.
Según los datos preliminares de Adigital, la patronal del sector, las ventas online durante el período navideño se han disparado un 20% hasta alcanzar un volumen de negocio en el entorno de los 2.500 millones de euros. En el cuarto trimestre, la cifra total se sitúa en unos 4.200 millones.
Tras la buena recta final del ejercicio, el comercio electrónico ha cerrado un año calificado por sus principales actores de «extraordinario», en el que se ha registrado un volumen de negocio de unos 16.000 millones de euros, un 24% más. En 2013, el incremento fue del 15%, según datos de la patronal.
El crecimiento del pasado año no sólo se explica por el aumento del número de compradores online y una mayor ciberoferta. «Además, hemos notado los efectos de un repunte del consumo en España», explica José Luis Zimmerman, director general de Adigital. La patronal estima que este año se reeditarán crecimientos por encima del 20% debido a la esperada mejora del consumo. En tres años, el volumen de negocio del comercio electrónico ha crecido en España un 57%, a pesar de la crisis económica. A este impulso han contribuido tanto el desembarco de gigantes como Amazon, que ha obligado a los actores nacionales a mejorar su oferta y procesos logísticos, como la apuesta decidida de grandes grupos del comercio como El Corte Inglés o Inditex, para quienes el comercio electrónico se ha convertido en un motor de negocio.
Así, Inditex, que el año pasado fichó a María Fanjul para dirigir el negocio online, logró una facturación mundial de 553 millones de euros, un 42% más, a través de sus filiales dedicadas a la venta por Internet en el ejercicio concluido en enero de 2014. Según los analistas, este canal puede superar los 1.000 millones de euros de ingresos en un plazo de dos a tres años. La compañía no ofrece datos de venta online por filiales.
Por su parte, en Mango aseguran que este año esperan que su negocio online crezca más de un 50% tanto en España como a nivel mundial.
Campaña de Navidad
Las últimas Navidades han constatado el buen momento del comercio electrónico en España. «La valoración es muy positiva, la campaña ha funcionado muy bien», aseguran fuentes de El Corte Inglés, cuya facturación en Internet creció un 60% durante la Navidad.
En esta línea, Amazon afirma que han sido «las mejores Navidades del grupo», en palabras de François Nuyts, director general de la compañía en España. Amazon no ofrece cifras de venta, pero da algunas pistas: en dos de las fechas clave de la campaña (el Black Friday y el 16 de diciembre, el día de más actividad en esta web), logró más que duplicar las cifras de 2013. Además, pymes españolas que venden a través de los distintos marketplaces de Amazon han incrementado sus ventas estas Navidades más de un 120%.
En Vente-Privee, otro actor online puro, indican que las ventas han crecido un 27% durante la pasada campaña de Navidad. Fernando Maudo, director general de la compañía , asegura que los españoles no sólo «han perdido el miedo» a comprar online, sino que además se han dado cuenta de las «ventajas» que aporta por «comodidad, flexibilidad horaria, variedad de la oferta y precio».
Por su parte, en Mango las ventas online se han disparado un 70% en diciembre.
Logística
Esta actividad online ha tenido su reflejo en el sector logístico, una pieza clave del comercio electrónico. En Seur aseguran que durante la campaña (contabilizan desde el 15 de noviembre al 18 de enero, incluyendo así las rebajas) moverán más de 15 millones de paquetes, un 20% más, debido básicamente al impulso del comercio electrónico.
La campaña de Navidad arrancó con fuerza a finales de noviembre gracias al Black Friday y el CyberMonday, dos fechas de reclamo de origen estadounidense que ha adoptado de manera masiva el sector del comercio español para incentivar las compras.
En la actualidad, en España el comercio electrónico supone alrededor de un 3% del volumen de negocio minorista. En 2013, España era el quinto mayor mercado europeo en volumen de negocio online, por encima de Italia.
AMAZON. La filial española del gigante estadounidense de comercio electrónico incrementó su plantilla logística en 440 personas estas Navidades para hacer frente al pico de la demanda. Durante el Black Friday, Amazon asegura que duplicó sus ventas. El 16 de diciembre, el día de mayor actividad, recibió 180.000 pedidos, frente a los 150.000 de un año antes.
INDITEX. Internet es uno de los motores de crecimiento de la cadena textil española, que el año pasado fichó a María Fanjul, consejera delegada de Entradas.com, para dirigir su negocio online. En el ejercicio cerrado en enero de 2014, últimos datos disponibles, las filiales dedicadas a la venta por Internet sumaron una facturación mundial de 553 millones de euros.
EL CORTE INGLÉS. El grupo ha cerrado una buena campaña de Navidad, con un crecimiento de la facturación online del 60%. El buen tono de las ventas se inició durante las promociones del Black Friday y el CyberMonday, y se ha mantenido durante la Navidad. De hecho, el gigante español de distribución duplicó sus ventas durante el lunes cibernético.
MANGO. La compañía asegura que las ventas a través de Internet han crecido un 70% durante la campaña de Navidad. Para este año, la compañía espera incrementar las ventas online un 50% tanto en España como a nivel mundial. Según los datos de 2013, el negocio online (124 millones de euros) supone un 6,7% de la facturación mundial de la cadena textil española.
PD2: Y el sector exterior vuelve a los números muy rojos…

España vuelve a las andadas: el aumento del consumo se financia con crédito exterior

El Superávit exterior se esfuma
Fuente: Bankia
Volver a empezar. El título de la vieja –y oscarizada– película de José Luis Garci planea de nuevo sobre la economía española. El empuje del sector exterior empieza a dar síntomas de agotamiento. Hasta el extremo de que la capacidad de financiación se ha reducido hasta el 0,6% del PIB. Lejos del 1% del trimestre anterior y con una clara tendencia descendente a medida que ha ido tomando impulso la demanda interna.
O expresado de forma trimestral. La economía nacional registró una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 2.896 millones de euros entre julio y septiembre, lo que representó un 1,1% del PIB de dicho periodo. Esta cifra fue inferior en 4.036 millones a la estimada para el mismo trimestre del año anterior (6.932 millones, un 2,7% del PIB).
El sector exterior, históricamente, es el que ha estrangulado el crecimiento en España por falta de financiación. Y eso es lo que ocurrió, precisamente, hasta mediados de 2007, que marca el principio de la recesión. Un dato lo acredita. La Posición de Inversión Internacional de España –deuda exterior neta– ha roto por primera vez la barrera del billón de euros (1,003 millones). Esta cifra equivale al 95,1% del producto interior bruto (PIB), lo que representa 2,5 puntos más que al cierre de 2013 y supone un nuevo máximo histórico.
Fuente: Bankia.
Ese es el dinero que ha pedido España al exterior para financiar su economía y que debe devolver lo largo de los años. Lo preocupante es que desde el cuarto trimestre de 2012, y pese al duro ajuste a que se ha visto sometida la economía con menos crédito en medio de un proceso de desapalancamiento, el endeudamiento neto (sin contar lo que España ha invertido en el exterior) ha crecido en algo más de 54.000 millones de euros. Por lo tanto, lejos de decrecer en coherencia con la intensidad del ajuste, ha seguido aumentando. La deuda bruta, incluso, supera de nuevo los 1,7 billones de euros.
La causa del abrupto descenso de la capacidad de financiación de la economía tiene que ver, fundamentalmente, con el deterioro de la tasa de ahorro de las familias y, en menor medida, con un pequeño crecimiento de la tasa de inversión, una dinámica similar a la del trimestre anterior.
Ahorro y crédito
Es decir, que la economía vuelve a acelerarse empujada por el consumo financiado con crédito y en menor medida con ahorro. Expresado de forma más precisa, mientras que la renta de las familias (fundamentalmente derivada de la remuneración de los asalariados) crece a un ritmo del 0,7%, el consumo se acelera a una velocidad del 2,6%. Por lo tanto, casi cuatro veces más. La propensión al consumo tiene fundamentalmente que ver –además de por la evolución de las rentas– por la confianza en la economía, que incentiva el gasto familiar aunque no esté avalado por el ahorro interno.
No ocurre lo mismo en el caso de otros agentes económicos. El sector público fue el único que mejoró su saldo respecto del trimestre anterior. Por el contrario, se produjo un serio deterioro de la capacidad de financiación de los hogares, que pasó de tener un superávit equivalente a 442 millones a unas necesidades de financiación (déficit) de 3.999 millones.
Como sostiene el servicio de estudios del BBVA, en los últimos cuatro trimestres la capacidad de financiación tanto de empresas, instituciones financieras como de hogares se redujo respecto del trimestre anterior, “siendo más acusado el ajuste experimentado por este último”. Es decir, que las familias continúan tirando del ahorro para poder consumir debido a que su renta disponible crece menos de lo que necesitan los hogares. Algo parecido le sucede a las empresas. Según el INE, la inversión empresarial permanece estancada en el 13% del PIB, siendo, por tanto, la caída del ahorro el principal responsable de la contracción del saldo positivo de las empresas, que representa el 1,8% del PIB.
Somos más vulnerables…

Vulnerabilidad financiera

Para una economía inmersa en una crisis de deuda externa, la estadística más determinante es la balanza de pagos. Entre enero y octubre de 2014 hemos vuelto a incurrir en déficit exterior por 5.400 millones frente al superávit de 11.200 millones del mismo periodo de 2013. Ha bastado una pequeña recuperación del consumo privado para volver al déficit y aumentar la deuda externa. Y lejos de cambiar el modelo de crecimiento lo estamos reforzando, concentrando capital y empleo en turismo de todo incluido, compitiendo con México, Turquía y Egipto. El resultado será empleos y salarios precarios similares a los de esos países.
Las exportaciones de bienes estuvieron casi estancadas y registraron en 2014 el peor comportamiento desde la quiebra de Lehman Brothers en 2008. La depreciación del euro ayudará a paliar esta situación. Pero el menor crecimiento del comercio mundial, principal causa del desplome del precio de las materias primas, no permitirá mucho crecimiento vía exportaciones. Por esta razón es tan importante que la Eurozona apruebe planes de estímulo fiscal para reactivar el crecimiento interno, especialmente de Francia nuestro principal cliente de exportaciones. El Plan Juncker es un paso en la buena dirección pero claramente insuficiente y con graves errores de diseño.
En España se debería estar trabajando en un plan de largo que mejore nuestras universidades, nuestra investigación y que elimine todas las restricciones que impiden que empresas pequeñas se conviertan en grandes y generen miles de empleos de calidad y con mejores salarios. Pero después de tres años perdidos la prioridad es concentrar todos los esfuerzos en la propaganda en año electoral.
Pero lo más preocupante es lo que está pasando en la balanza financiera. Desde las elecciones europeas en mayo, los inversores internacionales han reducido su posición en bonos y acciones españolas por valor de 23.000 millones, el 2% del PIB. Para no perder el sentido de la magnitud en el verano de 1992 la fuga de capitales fue del 1% del PIB y el Gobierno tuvo que devaluar tres veces la peseta. La deuda pública vuelve a ser comprada por bancos españoles, como sucedió en los primeros meses de 2012. Recordemos que después de aquella euforia llegó el rescate.
La bajada de la prima de riesgo tras la intervención milagrosa de Draghi hace que para muchos fondos de alto riesgo la periferia europea no sea rentable y justifica las ventas. La Bolsa española estaba muy sobrevalorada y también justifica ventas. Pero el dinero huye de Europa y por eso se deprecia el euro. Esto tiene que ver con el esperado QE del BCE y el fin del QE de la Fed. Pero también por riesgo político. Syriza lidera las encuestas en Grecia y Podemos ha subido con fuerza en España y ambos incluyen en sus programas una reestructuración de deuda.
Financial Times, The Economist, etcétera vuelven a la paranoia de España es Grecia. Amancio Ortega y su familia podrían vender sus acciones de Inditex y comprarse con ese dinero todas las empresas que cotizan en la bolsa griega. Es agotador volver a tener que demostrar que España no es Grecia. Pero la visita del presidente del Gobierno en Atenas ha puesto todos los focos de nuevo en España y todo apunta a que la fuga de capitales lejos de resolverse irá a más
PD3: ¿Repunta el consumo? Permíteme que lo dude…

Los españoles se lanzan a las compras

El consumo apuntala una incipiente recuperación amenazada por nubarrones en Europa

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presentador de El intermedio, el Gran Wyoming, piensan que 2015 será realmente el año del despegue. El primero cree que España ha dejado atrás la Gran Depresión, y el segundo, que los españoles seguirán buscando un aeropuerto que los lleve a otro país para encontrar trabajo. Cuando se pregunta a los economistas sobre si la repentina euforia alentada por el aumento del consumo se consolidará, ocurre algo parecido. La práctica totalidad de la decena de consultados están de acuerdo en que el consumo seguirá aumentando. Otra cosa es quién pagará los platos rotos de una crisis que ha generado más desigualdad y que no permite que muchas personas gasten más porque han agotado todos sus recursos.
La renta bruta de los hogares ha estado casi plana en 2014 (según varias estimaciones, podrá terminar el año creciendo un 0,5%), algo que contrasta con el alza del consumo privado, que avanzó hasta el tercer trimestre un 2,6%. Esto significa que las familias están gastando más de lo que a priori justifican los fundamentos de sus economías a largo plazo. En consecuencia, ocurre algo que, si se vuelve crónico, podría llegar a ser preocupante: las compras se financian fundamentalmente con el ahorro que se ha ido acumulando durante los años malos. Los ciudadanos pierden su colchón protector: el ahorro bruto de los hogares ha caído al 9%, el nivel más bajo desde 2006, según los datos de octubre pasado. El “efecto precaución” del que hablan los economistas, ese miedo que provoca que en momentos de crisis se tomen decisiones muy conservadoras por lo que pueda pasar, está empezando a desaparecer en la sociedad española. Y lo hace porque, si nada se tuerce, la economía seguirá creando empleo y creciendo. Hay que subrayar eso de “si nada se tuerce”.
El empleo ayuda, los salarios no
Para un crecimiento consistente del consumo, el incremento de nuevos ocupados debería ser de unos 250.000, según AFI. El paro ha terminado diciembre con una caída anual del 5,3%, 253.627 personas. Pero entre 2008 y 2014 el número de ocupados en el mercado laboral ha caído en 3,5 millones.
Desde 2009 los hogares han perdido más del 10% de su renta y la renta por persona descendió un 7%. En ese periodo, el número de horas de trabajo efectivas se ha desplomado en 108 millones, un 18%. Los datos de un informe presentado esta semana por UGT muestran que en los últimos años la precarización del mercado laboral ha derivado en salarios peores y en un gran incremento del número de horas extraordinarias que no se pagan. “¿Quién rechaza un trabajo por 1.000 euros?”, se preguntan las organizaciones de consumidores. “Compartimos la tesis de que esta crisis es un laboratorio para recortar derechos. El mensaje es: confórmate con lo que sea, porque menos es nada”, critica Facua. Rolf Campos, doctorado en Economía por la Universidad de California, ha estudiado los efectos del desempleo sobre el consumo: “Cada punto porcentual de aumento del desempleo supone una caída de más del 0,7% del consumo por adulto equivalente. Ese efecto debería desaparecer cuando la tasa de paro comienza a reducirse”. 
José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, prefiere no hablar de “recuperación”, ni de “despegue”. “Cuando se sale de una crisis, el primero en tirar de la economía suele ser el sector exterior. Una vez que esto se produce, esa recuperación no se consolida si no hay consumo. Lo que sucede en España es que la caída del consumo durante la crisis fue bastante más grande de la que cabría esperar”. Ahora también aumenta más de lo que cabría esperar. Pero para que las tornas cambien definitivamente hacia la recuperación tienen que ocurrir dos cosas, y no necesariamente ambas a la vez: que la renta disponible aumente o que desaparezca la incertidumbre, que tiene un efecto muy importante sobre las expectativas. “Las evidencias hablan de que incluso la parte de la población que tiene un trabajo seguro, frena su consumo durante los periodos de incertidumbre por debajo de lo que cae su renta”. Funciona justo al revés cuando reina el optimismo. “Somosanimal spirits [espíritus animales]. Si crees que las cosas van a mejorar, las expectativas se autocumplen porque se generará el círculokeynesiano habitual”. Esa mecha es la que parece haber prendido: el consumo eleva la producción y la demanda genera más empleo, pulverizando ese mantra económico que dice que solo se crean puestos de trabajo netos cuando el PIB crece por encima del 2%. “Si nos fijamos en todos los indicadores de expectativas, todos sin excepción están en máximos desde el comienzo de la crisis. Se han creado 220.000 empleos a tiempo completo, lo cual no está mal, pero los salarios son muy bajos ¿Cómo explicamos entonces ese crecimiento del consumo? Por las expectativas, no hay otra forma”, insiste Montalvo.
Para el economista del IESE Javier Díaz-Giménez, “negar la realidad es absurdo”. Recuerda que desde agosto de 2012 la economía no da malas noticias. “Ahora mismo las expectativas son positivas. Lo siento por quien piense lo contrario. ¿Que cae el ahorro? Perfecto, el ahorro no es una virtud, es un mal necesario. Ahorras porque estás asustado, porque has perdido tu puesto de trabajo… No hay ninguna burbuja en que el ahorro caiga. Las expectativas no son fantasías, se forman a partir de datos reales, porque ves que la gente está encontrando trabajo, por mil cosas que hacen que tu ahorro por precaución disminuya. Además llega un momento en el que no puedes estirar más los productos que no has comprado durante la crisis seguido por ese miedo. La lavadora, el coche… Terminan por agotar su vida útil”. Ese tirón viene acompañado de un alza en las importaciones. “Quizá eso sea lo peor”, añade, y no ve ninguna razón lógica para pensar que el consumo pueda decaer en 2015. Ni siquiera por la temida deflación, demoledora para la economía japonesa durante su década perdida de los noventa. “Cuando tienes una caída del precio del petróleo durante seis meses, vas a tener inflación negativa seguro, pero no es algo preocupante”, reflexiona Díaz-Giménez.
El IPC descendió un 1% en 2014 y un 0,6% el pasado mes de diciembre. Por primera vez en la historia del indicador, que arranca en 1962, ha registrado una tasa interanual negativa en el mes de las compras por excelencia. Otra cosa es que eso lleve a que los consumidores retrasen la decisión de adquirir un producto porque piensen que va a bajar su precio en el medio plazo. Según los economistas consultados, eso no parece que vaya a ocurrir en España porque la caída de precios no es, por ahora, crónica, ni afecta a todos los productos por igual. García Montalvo explica que “en un contexto de deflación, la gente empieza a esperar que los precios bajen y se inicia una espiral de descenso de sueldos, de renta, empleo, consumo, producción… Entras en un círculo vicioso. No es lo que está ocurriendo ahora”. Matías Lamas, experto de Analistas Financieros Internacionales, coincide con esta reflexión, aunque puntualiza que sí podría ser preocupante si la evolución negativa de los precios de otras economías se traslada a España. Ese mismo peligro lo señala Carlos Peregrina, socio responsable de Sector Consumo de KPMG, que apunta como posibles elementos de inestabilidad una caída de precios o turbulencias políticas que podrían mermar la confianza de los consumidores.
En 2015 concurren otras circunstancias que están favoreciendo que los hogares puedan lanzarse a comprar. Según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la bajada del IRPF pondrá en los bolsillos de los ciudadanos 9.000 millones adicionales entre 2015 y 2016, en un momento en el que los tipos de interés se mantendrán estables. En un año de importantes desafíos electorales para el Partido Popular (PP), el pago de la parte de la paga extra que los funcionarios no cobraron en 2012 y la renta básica de más de 400 euros que el Gobierno ha anunciado para medio millón de personas sin recursos añadirán algunos millones más a esa sartén de gasto con la que se quiere animar la economía.
El Informe sobre la situación del consumo del segundo semestre de 2014 del Servicio de Estudios del BBVA se basa en esos y otros datos para concluir que el dinamismo continuará. “La creación de empleo y la reducción del IRPF en 2015 contribuirán a la recuperación de la renta. El crecimiento esperado de la riqueza financiera, la ausencia de presiones inflacionistas, la expectativa de que los tipos de interés oficiales permanezcan en niveles históricamente bajos y el ajuste del ahorro compensarán el estancamiento de la riqueza inmobiliaria”. La previsión de la entidad financiera cifra el crecimiento del consumo este año en el 1,8%.
Hasta ahí las buenas noticias. Porque muchos ciudadanos se van a quedar al margen de esta incipiente mejora debido a que la crisis ha disparado la desigualdad. El director de coyuntura de Funcas, Ángel Laborda, distingue entre las personas de rentas bajas el segmento de las familias empobrecidas, “que no es que puedan ahorrar, sino quedesahorran. Viven de sus padres, de los amigos, gastan más de lo que reciben”. Después están las familias de clase media o media alta, aquellas personas que no han perdido su empleo en la crisis, “que empiezan a cambiar de tendencia y se ven más seguras. Son las que invierten principalmente en bienes duraderos, sobre todo automóviles”. Dos estudios del BBVA y La Caixa confirman el repunte del gasto en servicios educativos, sanitarios y sociales (cuyo reflejo en el sector público ha sido víctima de más y más recortes) y, sobre todo, en vehículos al calor de la renovación del Plan PIVE.
757.000 millones en deudas familiares
Las familias españolas tienen préstamos contraídos con las entidades financieras por valor de 757.182 millones de euros, según datos del Banco de España. Son 110.000 millones menos (-12%) que los que tenían en 2011, y continúan bajando, según las series trimestrales. “Es cierto que está cayendo el saldo vivo del crédito, excluidas las amortizaciones. Pero si nos fijamos solo en nuevas operaciones, vemos que se recupera el crédito al consumo”, analiza el economista Matías Lamas (AFI). La elevada exposición al sector inmobiliario ha dado paso a un escenario un tanto distinto en el que, pese al elevado endeudamiento de los hogares (del 75% del PIB, frente a la media del 50% en el resto de la UE), lo principal es la adquisición de bienes de consumo frente a la inversión en vivienda, que está en niveles todavía muy bajos.
El 80% de los préstamos que se conceden comienzan a ser superiores a un año y, según la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros (Asnef), son de un promedio de 2.400 euros (datos del tercer trimestre de 2014). Una buena parte se concede bajo la fórmula conocida como “revolving”: cantidades que se otorgan con un límite o tope máximo del que puede disponer un cliente durante un cierto periodo.
Lo que todavía no se ha recuperado es el gasto en alimentación y bebidas (excluidos hoteles y restaurantes, que repuntan), que, aunque castigado durante los años duros de la crisis, es menos sensible a las variaciones en la renta disponible. 
La demanda de turismos ha cerrado 2014 con un alza del 18%, avanzando por encima de los dos dígitos trimestre a trimestre. Los 855.308 turismos matriculados son el mejor dato que se apunta la industria desde 2010, aunque todavía están lejos de los 1,6 millones que los concesionarios despachaban en el cuatrienio 2004-2008. “Las cifras de 2015 estarán condicionadas por el mantenimiento del plan. Se estima que las matriculaciones aumentarán un 6% si las condiciones actuales del programa se prolongan durante todo el año”, vaticina el BBVA. Ocurre lo mismo con productos como los electrodomésticos, desde lavavajillas hasta lavadoras, congeladores, frigoríficos y, sobre todo, cocinas. Según los datos de la asociación del ramo (ANFEL), las ventas han aumentado un 11% favorecidas por la caída de los precios, que desde 2008 han descendido un 16%.
Pero hay frentes abiertos que no conviene olvidar. Desde la organización de consumidores Facua, su portavoz Rubén Sánchez alerta sobre caer en lo que llama “la trampa del Gobierno”, que según él “juega a trasladar el mensaje de que la economía está recuperada para incentivar el consumo, pero hace todo lo contrario para que eso se produzca” adoptando decisiones como la subida del IVA. Habla de sectores, como el energético, donde el Estado “podría intervenir imponiendo precios máximos para frenar tarifas desorbitadas”.
García Montalvo también cree que el año 2015 es un campo plagado de minas. “Estamos saliendo de la crisis basándonos en expectativas que son muy volátiles. Si tenemos un revolcón en Grecia o sucede otra circunstancia que se transmita a la prima de riesgo, si el sector financiero empieza a tener problemas… de nuevo aparecerá el miedo, la incertidumbre”.
“¿Que en 2015 se va a mantener la incertidumbre? Claro que sí”, coincide Oriol Aspach, director de macroeconomía del servicio de estudios La Caixa Research. “Puede que haya un menor crecimiento en la eurozona… la lista de riesgos, como siempre, es amplia”. Uno de los últimos análisis publicados por la entidad hace referencia al colchón de ahorro que los hogares acumularon durante los últimos años. “Si el contexto macroeconómico hubiera sido normal entre 2009 y 2011, la tasa de ahorro se habría mantenido en el 11,5%, y lo ha hecho en el 13,4%”. La diferencia sobre las condiciones teóricamente normales arroja que los hogares tienen ahora 50.000 millones de euros más que podrían utilizar para consumir. ¿Lo harán?
La economía no siempre es una ciencia predecible. En la toma de decisiones de los ciudadanos influyen razones y emociones que cambian según los acontecimientos. Lo decía uno de los padres de la economía moderna, el británico William Stanley Jevons: “Podemos llamar feliz al hombre que, no importa cuán baja sea su posición y reducidas sus posesiones, puede siempre esperar más de lo que tiene”. Esa variable psicológica de esperar que todo mejore está en la base de muchos estudios de los neuroeconomistas, que intentan explicar el proceso de decisión que existe detrás de elecciones como consumir, ahorrar o invertir.
Un trabajo reciente firmado por Joan Daniel Pina, del departamento de mercados financieros de CaixaBank, sobre la formación de precios en los mercados financieros recuerda que economistas como Robert Shiller, premio Nobel en 2013, explican cómo los mercados no siempre procesan la información de forma correcta y crean burbujas. Un ejemplo estaría en el precio de las empresas tecnológicas en EE UU o en el de la vivienda en países como España. Ese trabajo analiza estrategias que a veces conducen a los inversores, como seguir a la multitud sin plantearse si su comportamiento es lógico.
¿Es compulsivo nuestro consumo? El profesor del IESE no lo cree así. “No sabemos qué va a pasar con el euro, ni si va a caer un asteroide mañana, nadie puede anticipar esas circunstancias. Pero sabemos perfectamente cuál es nuestra situación, cuánto hemos gastado en Navidad y qué vamos a hacer ahora. Sabemos que va a haber volatilidad, que necesitamos resolver muchos problemas en el mercado de trabajo, las pensiones, la financiación autonómica… pero seguiremos consumiendo”.
PD4: Este fin de semana me voy de retiro espiritual. Parón anual para ponerme al día, rezar por todos, hablar mucho con el Señor, aprender cosas nuevas y fortalecer mi fe. ¿Quieres venirte? Lo pasaremos bien, te sorprenderá lo útil que es un retiro, lo que se cargan las pilas…