30 diciembre 2014

de nuevo, Grecia...

Efectivamente, Grecia no es Alemania. Y hemos montado un lío colosal al unirnos países tan distintos…, con políticos locales.
Y eso que este año está creciendo un 2,9% su PIB, el segundo mayor porcentaje después que España…
Ya nos vale… No hemos parado de darle dinero, pero Grecia es insaciable. La ruptura viene ahora porque los políticos helenos no han querido hacer un recorte de pensiones adicional, como le pedía la Troika, que lleva instalada en Atenas desde hace 4 años. No, han optado por nuevas elecciones donde su “Podemos” parece que va a ganar… ¡Ay madre!
Interesante todo lo que cuentan:
La celebración de elecciones en Grecia en enero de 2015, con Syriza, el equivalente heleno de Podemos, como posible ganador, inevitablemente volverá a crear incertidumbre en los mercados financieros. Afortunadamente, la capacidad de Grecia de crear grandes inestabilidades en toda la Eurozona y de contagio a otros países es sensiblemente inferior a la existente cuando se produjo la quita a los tenedores privados de sus bonos soberanos.
Algunos de los principales mensajes preelectorales de Syriza, el eventual ganador de las próximas elecciones, son los siguientes:
+ Es absolutamente contrario a las medidas de austeridad.
+ Reivindica una renegociación de la deuda pública.
+ Propone la renacionalización de empresas anteriormente privatizadas.
+ Pretende imponer un aumento de los sueldos mínimos e incrementar las ayudas sociales.
Ninguna de estas medidas se podrá llevar a la práctica sin un acuerdo con los organismos internacionales que ya han dado más de 240.000 millones de euros a la economía griega. Cuando un Estado es incapaz financiarse en el mercado emitiendo bonos, porque los inversores no están dispuestos a comprarlos, sus gastos no pueden exceder a sus ingresos. Hasta ahora, y pese a las duras medidas de ajuste y austeridad, Grecia sigue presentando déficit en sus cuentas públicas, que se financia gracias a las ayudas de los organismos internacionales. Sin estas ayudas, las medidas de austeridad serían todavía más intensas.
Syriza desea renegociar la deuda pública helena. Actualmente asciende a 321 mil millones de euros, equivalente al 175% del PIB, a pesar de haber aplicado ya una quita del 70% a los tenedores privados de bonos. Como consecuencia, la mayor parte de la tenencia de los bonos soberanos helenos corresponde a organismos internacionales y al propio Banco Central Europeo. De acuerdo con la información del Tesoro griego (Public Debt Management Agency), casi el 70% de dicha deuda corresponde a préstamos realizados por dichas instituciones internacionales. Sería suicida para Grecia y para el maltrecho bienestar de los griegos tomar una decisión unilateral de impago. No tendría forma de cuadrar sus cuentas.
Seguro que los líderes de Syriza tendrán en cuenta que los depositantes de los bancos griegos no han perdido un solo euro de sus depósitos. Esto ha sido posible gracias a la financiación permanente ofrecida por el Banco Central Europeo a las entidades helenas, depositando como garantía bonos soberanos griegos. Si los bancos helenos dejaran de tener acceso a la financiación del BCE, las quiebras se producirían en cadena. Como consecuencia, los depositantes perderían su dinero, algo que hasta la fecha no ha sucedido a pesar de todo lo acontecido y de toda la ayuda recibida.
Proponer aumentar los gastos en ayudas sociales es un objetivo loable, pero su materialización estará condicionada a que las cuentas públicaspermitan tal incremento del gasto o una mejor gestión de los gastos actuales, reduciendo los mismos a favor de este tipo de ayudas.
Tras años de ajustes, es comprensible que una parte de la población helena muestre su cansancio y hartazgo con la situación actual y apoye a partidos distintos de los que han ostentado el poder en los últimos lustros. Sin embargo, quien más tiene que perder con un eventual gobierno de Syriza, si efectivamente lleva a la práctica sus planes expuestos, es Grecia y los ciudadanos griegos.
Una eventual salida de Grecia del euro, no deseada por Syriza, sólo serviría para empobrecer todavía más al país. Supondría: la quiebra de los bancos; la pérdida de los depósitos de los ciudadanos; el impago de la deuda externa, tanto pública como privada; no poder financiarse en los mercados internacionales durante lustros o décadas; la imposibilidad de hacer frente a la factura energética. Se convertiría en la Argentina de Europa, pero con una diferencia: Grecia no dispone de los ingentes recursos naturales de Argentina. 
A los mercados financieros no les gusta la incertidumbre, por eso previsiblemente asistiremos a un periodo de inestabilidad. Sin embargo, la capacidad de coacción de un eventual Gobierno de Syriza al resto de socios europeos y a los organismos internacionales es muy limitada. La posibilidad de contagio a otros países es muy reducida.
Cuatro años de la Troika en Grecia: Déficit: del 11,1% en 2010 al 12,2% de ahora; Deuda Pública del 146% al 175%; PIB -20%. ¡Un exitazo de la Comisión Europea!
Pero lo importante: ¿Han cobrado los bancos alemanes?
A Podemos, quizás, no le gustará mucho que vaya a gobernar ya Syriza; porque los españoles podríamos escarmentar en cabeza ajena…
Lo más raro de todo fue durante este año la bajada de su prima de riesgo hasta los niveles incomprensibles que alcanzó. ¿Están locos los bancos europeos? ¿Para qué invierten en Grecia? Son unos listos, invierten pensando que no va a pasar nada, cuando las cosas pasan… Si no, al tiempo…

Grecia: Me enfado y no respiro

Grecia vuelve a ser motivo de incertidumbre en los mercados financieros ante el temor a una llegada al poder de Syriza (el Podemos griego). Si el parlamento no es capaz de nombrar un presidente del Estado en las votaciones del 23 y 29 de este mes, se celebrarían elecciones generales antes del 10 de febrero.
Las amenazas de un impago de la deuda, o de forzar una reestructuración de forma unilateral pueden ser reales pero parecen poco meditadas, dadas sus desastrosas consecuencias para los griegos. Parece la actitud de un niño malcriado cuando se enfada y amenaza con no respirar conteniendo la respiración. El principal perjudicado de dicha actitud será él mismo.
Grecia ha recibido hasta la fecha 250.000 millones de euros de organismos internacionales, principalmente la UE y el FMI. Pese a haber realizado ya una quita del 70% sobre la deuda en manos privadas, su nivel de deuda sobre el PIB sigue en el 174%: 314 mil millones de euros, frente a un 180 mil millones de PIB. La mayor parte de los bonos soberanos helenos están en manos de organismos oficiales: FMI, BCE, organismos europeos.
Es cierto que Grecia ha sufrido durísimos ajustes en estos últimos años causando mucho sufrimiento a un elevado número de personas, pero también lo es que ha vivido durante más de 20 años por encima de sus posibilidades, con déficit públicos permanentes e incluso falseando sus cifras públicas para acceder al euro. Ni los depositantes de los bancos griegos, ni los tenedores de bonos de dichos bancos han sufrido quitas, a pesar de las ayudas europeas a dichas instituciones. Sin embargo, los inversores internacionales tenedores de bonos emitidos por el Tesoro heleno han sufrido pérdidas superiores al 70%.
La economía griega funciona actualmente gracias a las ayudas permanentes de los Organismos Internacionales y a la financiación que el BCE sigue ofreciendo a los bancos griegos, los cuales quebrarían sin esta vía de financiación fácil y barata.
Veamos fríamente las consecuencias de la adopción de medidas unilaterales de impago de la deuda por un eventual gobierno de Syriza en Grecia.
- Cesarían las ayudas de los organismos internacionales, situando al Estado griego en una situación de iliquidez, haciendo difícil el pago de los servicios esenciales e incluso del sueldo de los funcionarios. La falta de financiación interna le obligaría a no poder incurrir en déficit presupuestario desde el primer momento.
- Los bancos dejarían de tener acceso a las líneas de financiación del BCE, colapsando y dejando sin ahorro a sus depositantes y bonistas. La pérdida de riqueza de empresas y familias sería inmediata.
- Una eventual vuelta al Drachma hiperdevaluado le haría todavía más costosa la factura importadora, principalmente de energía y medicinas, llegando incluso a la necesidad de racionamiento.
Es entendible el hastío y hartazgo de los griegos tras cinco años de duros ajustes, pero la materialización de determinadas amenazas de partidos como Syriza sólo pueden traer más pobreza y sufrimiento al pueblo heleno. Cabe recordar el miedo de los mercados financieros cuando en la década pasada el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva llegó por primera vez al poder en Brasil. Finalmente, sus políticas distaron mucho de las inicialmente previstas, facilitando una época de elevado crecimiento económico en la economía carioca. No es más fiero Siriza de lo que pintaba el Partido de los Trabajadores de Da Silva.
Pese a todo, las  incertidumbres políticas seguirán siendo causa de volatilidad en los mercados financieros en 2015. Volatilidad que se convertirá en oportunidades de inversión para quien sepa aprovecharla adecuadamente.
Abrazos,
PD1: Harto de ver los concursos de cocina de la televisión, donde los cocineros, profesionales o amateurs, parece que lo bordan, cuando quien de verdad lo hace bien son los clásicos que siguen instalados en el Olimpo, y que nadie les hace sombra. Subijana es uno de ellos, caro carísimo, pero es otra cosa. Es un reclamo turístico ya que quien come en esos sitios son los guiris. Aunque quizás, un plato casero contundente es también muy apreciado…

O Akelarre, a cociña tranquila e próxima de Pedro Subijana

Unha cociña do humor, das raíces, e da esixencia técnica, instalada no corazón da gastronomía vasca.
Pedro Subijana encara os 65 anos pero non parece disposto a parar absolutamente nada do seu proxecto vital. E eu faría o mesmo na súa situación, tendo a capacidade de poder traballar nun lugar fermosísimo, un laboratorio de beleza, o Akelarre. A rasa cantábrica está aos nosos pés e o inmenso mar Cantábrico ofrécenos un espectáculo sen igual nun día luminoso e fermoso coma este que estamos a vivir. A saída, cargada de auga, dos ríos formados nos montes vascos divide as augas do mar en dous cores, e o combate entre a cor máis escura da auga salgada coa cor máis clara da auga doce convirte esta vista no escenario dun marabilloso principio físico, nunha representación maxistral da dinámica de fluídos.
Había anos que queriamos coñecer a cociña deste mestre, de quen tiñamos libros na casa que apuntaban nunha liña que queriamos comprobar: a dunha actualización valente e decidida da cociña vasca sen renunciar a nada: nin á incorporación de todo aquelo meritorio, viñese de onde viñese, técnica ou produto, nin á perda dos puntos básicos, esenciais, que fan que unha cociña estea ligada fortemente a un territorio concreto. Despois de probar un magnífico e longo menú, vimos confirmado aquelo que esperabamos. Técnicas fantásticas, prestidixitadoras, para outorgarlle á cociña vasca unha impresionante dimensión, unha notable sensación de autenticidade, de raíz. De todos os grandes restaurantes vascos nos que teño comido, sen dúbida Subijana é o que ofrece unha experiencia culinaria máis próxima ao que é a cociña vasca tradicional, pero desde coordenadas considerablemente modernas.
A percepción, en canto sacudes tres ou catro platos, é a mesma que se pode denotar, dalgún xeito, en clásicos galegos como Pedro Roca: confianza. Cociñeiros maduros, experimentados, tipos profundamente serios e profesionais co seu labor e moi esixentes no que sae para fóra dos fogóns. O menú de Subijana estaba moi orientado, por unha banda, a conceder moitas notas de humor, de sorpresa, de trampantollo tan clásicas dos últimos anos, como de seriedade no tratamento de produtos estrela coma o bacallau. Moi interesante, por exemplo, as tempuras e as frituras a elevadísima temperatura, que permiten comer enteiras as gambas, o peixe sapo ou un bacallau servido como homenaxe ao seu vello xeito de comercialización en caixas de madeira.
A atención do viño moi esmerada, cunha adega interesante se ben un tanto escasa en referencias peninsulares. Non é, sen dúbida, o mellor do restaurante polo momento, cando menos en oferta. Que non haxa posibilidade de maridar viños con pratos é unha mágoa para un restaurante de tres estrelas Michelín, no que o cliente agarda un disfrute integral.
Alén das tormentas dos fogóns e dos circos de determinadas listas -vaia show o dos World’s 50 best-, cociñeiros como Subijana saben manterse coa cabeza fría e seguir unha liña constante de melloras na que a súa presenza mediática -se ben non é pequena- non determinan como traballa a xente. Subijana adquiriu a súa terceira estrela Michelín aínda no 2007, xa en plena madurez profesional, e pareceu facelo sen as presas doutros cociñeiros vascos máis novos, case ansiosos por ter estas distincións todas antes dos 50 anos.
O resultado, sen embargo, está aí. Aínda que moitos chegamos a Akelarre co noso coche particular (ollo co GPS, que te vai meter por unhas pistas forestais endemoñadas), hai quen o fai chegando cun paseo desde San Sebastián, disfrutando das vistas costeiras do monte Igueldo e o que vén despois. Non sei se para ir é a mellor opción, pero desde logo, como paseo de volta para a cidade parece fantástico. Aquel día, agás unha mesa de empresarios, o resto das mesas do Akelarre estaban compostas por estranxeiros. Son os estranxeiros, non nos enganemos, quen sosteñen o día a día dos restaurantes de tres estrelas cataláns e vascos, non as súas propias sociedades: hai que velo para saber relativizar e poñer as cousas no seu lugar, e pensar nun modelo intelixente de alta gastronomía para Galicia.
O restaurante de Subijana é tan espléndido como atemporal: está no punto no que o que vemos é a un home, co seu equipo, pensando todos os días en como facer felices aos seus clientes. E non me parece mal propósito para un cociñeiro, non?
PD2: No seas tragón. No llegues a la mesa y te pongas a tragar. Espera a los otros, da las gracias por lo que te vas a jamar…
Hay que dar muchas gracias por el esfuerzo que se hace para que podamos comer caliente todos los días. Gracias al que lo ha preparado (mucho esfuerzo por hacer la compra, por estar en los fogones, porque esté muy rico…), y a Dios por regalarnos la vida y el pan nuestro de cada día…