10 septiembre 2014

8 septiembre 2014 pensiones

En 30 años España tendrá 12 millones menos de personas menores de 65 años y 7 millones más de mayores de 65. Seremos el tercer país más viejo del mundo…
La población española se redujo, el año pasado, en 220.130 personas, consecuencia de los siguientes flujos: pocos nacimientos más que defunciones, pero emigraron de nuestro país el doble de personas que inmigraron. Los economistas llaman a esta situación «votar con los pies», porque los ciudadanos expresan con hechos su malestar respecto al presente de un país (por eso se van) y desconfianza respecto a su futuro (por eso tienen menos hijos). La situación, que empezó ya en 2012, contrasta con lo ocurrido durante la década anterior caracterizada por un fuerte crecimiento de la población: casi seis millones más, de los cuales tres millones y medio de personas procedían de otros países.
La cosa podría ser algo anecdótico, pasajero, un efecto secundario de la profunda crisis económica que vivimos, si no fuera porque todas las proyecciones realizadas por organismos oficiales, tanto españoles como internacionales, señalan que es más profunda: más allá de discrepancias técnicas, todos los ejercicio a medio y largo plazo de proyección demográfica que se han realizado coinciden en que España está entre los países del mundo que tendrá una mayor pérdida porcentual de población en las próximas décadas. De hecho, según el INE, en 2052 tendremos un 10% de habitantes menos que ahora, es decir, casi cinco millones menos de personas vivirán en España en esa fecha como consecuencia de mantener constantes el saldo neto inmigrador, un aumento insuficiente de la tasa de fecundidad (muy lejos, en todo caso de la necesaria para reposición) y un apreciable incremento de la expectativa de vida, sobre todo, de los mayores de 65 años.
Ambas tendencias, menores nacimientos y vivir más años, alterará de manera sustancial la pirámide poblacional: entre 2012 y 2052, se perderán 12 millones de personas en el tramo «menores de 65 años», mientras que subirá en más de siete millones aquellos que tengan más de 64 años. Dicho de otra manera, los mayores de 64 años representarán el 37% de la población total española, según el INE, frente al actual 17%. Este acelerado proceso de envejecimiento, que nos llevará a ser el tercer país más viejo del mundo tras Japón y Corea del Sur, tendrá importantes efectos sobre nuestro desempeño económico que conviene ir desgranando para anticiparlos.
Lo más inmediato, conocido y, en mi opinión, prevenible, es la implicación sobre las pensiones de jubilación ya que la tasa de dependencia se reducirá hasta llegar casi a un activo por cada pasivo. Con el modelo actual, este crecimiento de los jubilados frente a los activos haría que, si todo lo demás se mantiene igual, el sistema no genere los ingresos suficientes para pagar las pensiones, en las condiciones contractuales pactadas. Por eso son necesarias reformas paramétricas como las ya realizadas que, en el fondo, están orientadas a reducir esa relación existente entre pensión recibida y contribución realizada. Dicho de otra manera, los pensionistas del futuro, de acuerdo con las reformas emprendidas, cobrarán menos que los actuales por cada euro constante aportado. Sin embargo, otros factores pueden incidir también sobre esta realidad: aplazar la edad de jubilación, mejora en la productividad de los activos del futuro, incorporación de ingresos adicionales al sistema y no solo de las cotizaciones sociales, etc.
El hecho de que, a partir de 2022, el tramo de población española que más va a crecer será el de los mayores de 65 años, hasta alcanzar el cénit en 2052, tiene otras repercusiones sociales y económicas. Por ejemplo, sobre el consumo de las familias y la estructura del mismo. De acuerdo con la última Encuesta Continua de Presupuestos Familiares, el gasto en consumo de los hogares españoles se está manteniendo gracias a aquellas familias donde el sustentador principal es un jubilado o retirado. Sus 25.553 euros de gasto medio, aunque superior a lo gastado por los hogares sustentados por una persona parada, está por debajo de los 30.713 euros gastados de media por los hogares sustentados por un ocupado. Sin embargo, los hogares a cargo de jubilados han sido más resistentes a la crisis y su descenso en el gasto (-1%) ha sido muy inferior al de la media (-3,7%).
Lo más relevante, no obstante, en tanto no se ve tan influido por la situación transitoria de crisis, es que la estructura de gasto de la población mayor de 65 años es bastante diferente a la de los jóvenes e, incluso, a los menores de 64 años. Así, por ejemplo, dedican un porcentaje mayor a la sanidad (pese a su teórica gratuidad), menos a ocio, espectáculos y cultura, mucho menos a hoteles, cafés y restaurantes y muchísimo menos a enseñanza. La demanda de viviendas y sus precios, también se verán afectadas, como la demanda de servicios de cuidados personales vinculados a la dependencia y a las enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento o las demandas crediticias a las entidades financieras. Por tanto, un país con una población en la que más de un tercio sean mayores de 65 años, tendrá que rediseñar su estructura productiva, comercial y de servicios, para adecuarla a las características de sus demandantes mayoritarios.
Tener menos población y más vieja afectará, también, a otras variables. De manera destacada, al crecimiento económico y al paro. Habrá mucha menos población en edad de trabajar y, por tanto, menos paro y, a la vez, una menor tasa de crecimiento potencial. Si asumimos una relación estable, en economías maduras como la nuestra, entre producción y población activa, las perspectivas de incremento del PIB vendrán determinadas por el gap de convergencia que exista respecto al líder tecnológico y las proyecciones de población. Una reducción sustancial del número de personas en edad de trabajar reducirá el crecimiento esperable del PIB hasta el 2% que, en promedio, hemos estimado en los trabajos de PwC sobre España 2033, siendo menor cuanto más alarguemos la proyección en el tiempo.
Saber que vamos a vivir más años es una magnífica noticia. Pero acompañada de todo lo dicho exige una preparación de la que estamos muy lejos todavía. Que no nos pille por sorpresa.
¿Si sigue esta tendencia, no habrá pensiones para los del baby-boom…, mi caso y el de muchos más:
Como ya saben por publicarlo en diversas ocasiones hay lectores que me envían cosas. Hace un par de días me enviaron una de esas cosas. Es superlativa porque resume, documenta, esquematiza y sintetiza la problemática horrenda que está aquejando a las pensiones en España, y de la que no se habla. Si lo leen, léanlo con detenimiento: el 99,9999% de la población se va a ver afectado por lo que se deriva de estas líneas.
"Este pequeño estudio se ha basado en los datos que obran en la información económico-financiera de la Seguridad Social, y aparecen en la página web de la Seguridad Social.
Antes de nada, la crisis del sistema de pensiones, que debería haber aparecido en el período 2020-2025, con la crisis actual se ha agravado y se ha acercado en el tiempo, por lo que ya no hablamos del 2025, la cruda realidad la tenemos encima.
Nuestro actual sistema de pensiones es de reparto, es decir los actuales cotizantes (trabajadores en activo), tanto la cuota obrera como la patronal, están financiando las pensiones actuales, en el fondo la cuota obrera es como un impuesto directo, del tipo IRPF.
La gravedad de la situación, ha supuesto que no es algo coyuntural, sino estructural, como se podrá ver a lo largo de la información, se han tomado tres fechas 2005, 2008 y 2012, referidos siempre a 31 de diciembre, y los datos que a continuación se presentan son los siguientes:
1.            Afiliación:
•             2005: 18.316.323.
•             2008: 18.531.312.
•             2012: 16.442.881.
•             2013: 16.357.640
•             Diferencia 2005/2013: - 1.958.683.

2.            Número de pensionistas:
•             2003: 7.247.856.
•             2005: 7.388.501.
•             2008:7.826.416.
•             2012: 8.182.112.
•             2013: 8.796.509
•             Diferencia entre 2005 y 2013: +1.408.008
La nómina de pensiones contributivas alcanzó los 7.927,13 millones de euros en febrero de 2014.

3.            Ingresos totales (derechos reconocidos):
•             2005: 97.768 millones de euros.
•             2008: 124.502 millones de euros.
•             2012: 126.061 millones de euros.
•             2013: 130.292 millones de euros.
•             Diferencia 2005/2013: + 30524 millones de euros.

4.            Cotizaciones Sociales (cuota obrera y patronal):
•             2005: 87.631 millones de euros.
•             2008: 107.769 millones de euros.
•             2012: 101.106 millones de euros.
•             2013:   98.093 millones de euros.
•             Incremento 2005/2013: + 10.462 millones de euros.

5.            Cotizaciones Reg. General:
•             2005: 63.551 millones de euros.
•             2008: 78.526 millones de euros.
•             2012: 72.964 millones de euros.
•             2013: 72.126 millones de euros.
•             Incremento entre 2005/2013: +8.575 millones de euros.

6.            Cotizaciones Autónomos:
•             2005: 8.879 millones de euros.
•             2008: 10.612 millones de euros.
•             2012: 10.428 millones de euros.
•             2013: 10.386 millones de euros.
•             Diferencia entre 2005/2013: + 1.507 millones de euros.

7.            Transferencias del Estado:
•             2005:   4.840 millones de euros.
•             2008:   6.862 millones de euros.
•             2012:   9.148 millones de euros.
•             2013: 15.693 millones de euros.
•             Diferencia 2005/2012: + 10.853 millones de euros.

8.            Gastos en pensiones:
•             2005: 68.967 millones de euros.
•             2008: 86.056 millones de euros.
•             2012: 103.514 millones de euros.
•             2013: 108.579 millones de euros
•             Diferencia 2005/2013: + 39.612 millones de euros.
•             Por primera vez, en la nómina de junio de los pensionistas, ha superado los 8.000 millones de euros.

9.            Gastos transferencia a familias:
•             2005: 77.241 millones de euros.
•             2012: 111.744 millones de euros.
•             2013: 116.245 millones de euros.
•             Diferencia entre 2005 y 2013: +39.004 millones de euros.

10.          Importe Medio de pensiones (gastos en pensiones/nº de pensionistas):
•             2005: 9.515€/año.
•             2012: 12.849€/año.
•             2005/2012: + 3.334€.

11.          Pensiones de viudedad:
•             2005: 13.943 millones de euros.
•             2008: 15.566 millones de euros.
•             2012: 19.520 millones de euros.
•             2013: 20.167 millones de euros.
•             Diferencia entre 2005/2012: + 5.577 millones de euros.
¿Qué conclusiones se sacan de las cifras anteriores? Aunque las cotizaciones sociales han crecido 13.475 millones desde 2005 al 2012, y que las aportaciones del Estado en las mismas fechas han crecido en 4.308 millones de euros, ambas cifras (17.783 millones) no compensan el incremento del gasto en pensiones, que ha sido de 34.547 millones de euros.
El Fondo de Reserva, el primer paso se dio en el año 1995, bajo el paraguas del pacto de Toledo, en esas reuniones se buscaba:
* Separación y clarificación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, el Estado debe pagar prestaciones como las pensiones no contributivas y complementos mínimos de pensión y la protección familiar, entre otras. Hasta el año 2014 el Estado no ha aportado totalmente, sus obligaciones.
* La creación de fondos de estabilización y reserva para atender necesidades futuras en materia de de prestaciones no contributivas, originadas por desfases entre ingresos y gastos en la Seg. Social, buscando atenuar los ciclos económicos. Se  crea en el Ley 24/1997, de consolidación y racionalización de la Seg. Social. Posteriormente la Ley 28/2003 le volvió a dar mayor cobertura. La primera dotación se realizó en el año 2000, y se ha realizado las siguientes aportaciones y acumulaciones:
Año 2000: 600 millones. Acumulado de 601 millones
Año 2001: 1.803 millones. Acumulado: 2.433 millones
Año 2002: 3.575 millones. Acumulado: 6.168 millones.
Año 2003: 5.494 millones. Acumulado: 12.024 millones.
Año 2004: 6.700 millones. Acumulado: 19.330 millones.
Año 2005: 7.000 millones. Acumulado: 27.184 millones.
Año 2006:7.500 millones. Acumulado: 35.879 millones.
Año 2007: 8.300 millones. Acumulado: 41.150 millones.
Año 2008: 9.400 millones. Acumulado: 50.670 millones.
Año 2009: 377 millones. Acumulado: 60.002 millones.
Año 2010: 1.740 millones. Acumulado 64.375 millones
Año 2011: 0. Acumulado: 64.815 millones
Año 2012: 0. Acumulado: 63.008 millones.
Año 2013: 0 Acumulado: 53.744 millones.

- Los rendimientos acumulados desde 2000 al 2012 han sido de 17.003 millones de euros. En la actualidad el Fondo de Reserva está invertido casi en su totalidad en Deuda Pública española.
- Las retiradas del Fondo han sido de 23.631 millones, de los que 18.61 millones provienen del Fondo de Reserva y 4.980 millones del Fondo de Rehabilitación de la Mutuas.
- En el 2012 se retiró 7.000 millones del Fondo de Reserva y otros 4.980 millones del Fondo de Rehabilitación, que este último era una pequeña hucha que habían generado las Mutuas Patronales. En los años 2012 y 2013 las Mutuas Patronales han transferidos sus excedentes al Fondo de Reserva, que en el 2013 alcanzó los 1.092 millones de euros.
- En el año 2013 se ha dispuesto se ha dispuesto de 11.648 millones de euros, por lo que a este ritmo las reservas duran entre 4 o 5 años.  En el 2013, el Estado inyectó 27.000 millones de euros a la Seguridad Social, de los 15.000 fura para el Servicio Público de Empleo, y los otros 12.000 millones a los complementos mínimos de pensión y otras prestaciones no contributivas.
- En junio de 2014 se ha tenido que utilizar cerca de 6.000 millones del fondo de reserva, para así pagar la extra de junio a los pensionistas.- El déficit de la Seguridad Social ha pasado de un superávit del 0,8% del PIB en el 2009, a un déficit del 1,16% de PIB en el 2013.
- Los ingresos se agravan, ya que los rendimientos de la Deuda Pública española son cada vez más pequeños, consecuencia de la bajada de la prima de riesgo.
- Otro problema que los 53.744 millones del Fondo de Reserva que hay a 31 de diciembre de 2013  están invertidos, casi en su totalidad, en Deuda Pública española, y como tal no computan a efectos de % sobre el PIB, en el importe total del déficit.
- Cada subida de un 1% de la pensiones son 1.035 millones, que se acumulan en años sucesivos, que es alrededor de un 1% del PIB.
Y, ¿qué se puede hacer?. El Estado no puede financiar con más aportaciones, una salida es que las pensiones de viudedad se financien con impuestos, y como consecuencia aquel viudo/a que tengan otros ingresos no se la pagaran.
Es inviable subir, tanto la cuota patronal como la obrera, aunque para el año 2014 se subirán las bases de cotización máximas, un 5%.
Por lo tanto, el problema de la pensiones no es coyuntural (consecuencia de la crisis) es ya estructural, que se agravará con que a partir de ahora los salarios son más bajos, y hay períodos de carencia en la vida laboral de las personas y encima entran más tarde al mercado laboral, esto último será bueno para las pensiones de dentro de 30 años.
Otro gran problema añadido, es el demográfico, en los próximos 18 años (2020) la cohorte entre 25 a 39 años cae en 650.000 efectivos, y aumentarán la cohorte de entre 50 y 65 años en 1,25 millones de personas.
En resumen, si cada vez se entra más tarde al trabajo, se quiere uno jubilar antes, y se vive muchos años más, el coctel es explosivo, y se hace insostenible. No se resuelve ni con más niños, ni con más inmigrantes, ni con más productividad, ni con más crecimiento del PIB. El problema se resuelve con un ciclo activo más largo, rebaja de las expectativas durante el ciclo pasivo, y un mayor esfuerzo individual de los trabajadores, es decir, una mezcla de las tres.
Las personas mayores en 2013, eran de 8.333.283 personas (57% mujeres y 42,8% hombres), de los que un 30,8% tienen más de 80 años, y más de 100 años un 0,14%.
A mediados de este siglo, habrá 15,2 millones de personas mayores, de los 65 y + serán 6,6 millones, y 80 y + subirán a los 6,5 millones.
La esperanza de vida a los 65 años es 20,27 años en el 2014, y pasará a los 23,52 años en el 2030, y los 23,8 años en el 2040.
Como punto final, consecuencia de la crisis y de la incertidumbre de la futura reforma de la Seguridad Social, según datos recientemente aparecidos en la prensa, se están jubilando 10.000 trabajadores al mes, sin haber cumplido los 65 años. La jubilación anticipada (de 61 a 64 años), a la que se aplica un coeficiente reductor, y se regula por la legislación anterior, el único requisito es en causas no imputables al trabajador el tener 33 años de cotización, y a voluntad del interesado tener 35 años de cotización efectiva. En casi todos los casos con pensiones altas, en comparación con las futuras reformas, hay ciertos pensionistas, que se están jubilando, que hay una igualdad de importes entre su último salario y la pensión que cobra".  
Impresionante, ¿verdad?. Porque siempre respondo respondí al remitente:
"Muy gráfico, clarísimo y perfectamente resumido. Se lee en dos minutos, y se entiende todo
En los considerandos yo añadiría tres: 1) los salarios medios tienden a la baja, por lo que la cotización media bajará, y 2) el empleo a tiempo parcial y temporal va a más, por lo que el trabajador medio cotizará menos, y 3) el desempleo estructural tiende al alza, por lo que la cotización total descenderá.
Y, un comentario: pienso que la esperanza de vida tanto al nacer como tras la jubilación, tienden a la baja: a medida que el acceso a la sanidad se encarezca y dificulte a la vez que la persona media se alimente peor por la caída de la renta media, el número de años de vida caerá: en Rusia sucedió eso tras la desaparición de la URSS.
Insisto. Está muy bien".
Abrazos,
PD1: Pirámide de la población española:
PD2: La vida es para buscar a Dios. La muerte es para encontrarle. La eternidad es para disfrutar de Él en plenitud...