09 junio 2014

9 junio 2014 Consecuencias de la actuación del BCE

Alto riesgo: Draghi se ha tirado a una piscina sin agua

Se ha cumplido el guion.

El Banco Central Europeo, en una decisión histórica, ha tomado una serie de medidas sin precedentes en el ámbito de la política monetaria de la zona euro que suponen romper definitivamente con la relativa ortodoxia que hasta ahora había caracterizado su actuación. El Quantitative Easing ha venido y todos sabemos cómo ha sido.
Tipos de referencia en mínimos históricos, remuneración negativa para los depósitos de la banca comercial en la institución, financiación a la misma asociada a la concesión de créditos al sector privado no financiero de finalidad no inmobiliaria, posibilidad de comprar titulizaciones en el futuro y eliminación de la esterilización de compras de activos como había hecho hasta ahora son los cinco pilares sobre los que el supervisor ha edificado esta nueva etapa.
Una batería de actuaciones que, de acuerdo con lo apuntado por Mario Draghi en el inicio de su comparecencia, busca cumplir con el mandato de estabilidad de precios que el Banco Central tiene encomendado y evitar el riesgo de una deflación que, cuando algunos la apuntamos como posibilidad cierta hace ya años, nos tomaban por catastrofistas.
Se trata, sin embargo, de un esfuerzo vano pues actúa sobre los síntomas sin entrar en la causa real del problema. En el análisis que ha conducido a esta explosión de iniciativas ha faltado, en mi modesta opinión, lo siguiente:
1. No estamos ante una crisis de demanda, sino ante una situación de exceso de capacidad productiva y financiera, en términos de utilización de factores de producción y endeudamiento. Hasta que no se reequilibre la oferta a niveles medios del ciclo, el impacto sobre precios y/o salarios de cualquier actuación de este tipo va a ser muy limitado. Y quedan años para eso. Más en la medida en que la represión financiera, y el efecto renta positivo que genera sobre los apalancados aliviando su carga de intereses, permite sostener artificialmente actores no competitivos.
2. Tampoco es razonable pensar que el aliciente ligado a una mayor actividad prestamista por parte de la banca vaya a ser efectivo a corto plazo. Por más que se hayan hecho cambalaches en la configuración del estímulo para que el saldo dé positivo trimestre a trimestre como excluir del cómputo del mismo titulizaciones o ventas de carteras o fallidos. De chiste. Por varios motivos:
Menores tipos nominales ahondan en el problema de baja rentabilidad de las entidades financieras en la primera línea de su cuenta de explotación. A menor rentabilidad, menor capital, menor capacidad de hacer crecer su activo. Y los actores no aprenden, como pone de manifiesto la batalla salvaje entre ellos por la poca solicitud solvente de fondos que hay.
Tampoco es creíble pensar que el dinero va a circular en un momento en el que pesan sobre ellas los AQRs, los stress tests y la amenaza decontingencias no previstas hasta ahora como los litigios como merma adicional de sus ratios de solvencia. Hasta que no se clarifique ese panorama, será muy complicado que lo haga. Tampoco ayudan normas como los de ‘rescate de empresas’ o provisiones de riesgo inmobiliario impuestas administrativamente en España que limitan la capacidad de acción de nuestros bancos.
Ocurre igualmente que los créditos sobre los que el BCE va a aportar fondos tienen como destinatarios principales a un perfil de compañías carentes de rating y cuyo consumo de capital, en términos de la nueva normativa de Basilea III, es muy elevado. El apalancamiento contra el BCE que facilita esta actividad puede tener consecuencias inesperadas en el cómputo de capital.
3. Con relación a la facilidad de depósito negativa, tenía más sentido en un entorno de desconfianza generalizada sobre el riesgo de contrapartida, algo que debería quedar más o menos despejado a partir de los análisis exhaustivos a los que se va a someter a la industria europea este año. Completados estos, la decisión del Banco Central Europeo debería, más bien, revitalizar el mercado interbancario, uno de los elementos de las finanzas que aún no ha recuperado la normalidad en su funcionamiento.
No hay que olvidar que los infructuosos intentos que han conducido a esta bomba final no han servido de nada. Alguien debería pararse a pensar en el porqué y no repetir recurrentemente los mismos errores ni tirarse a una piscina que va a resultar estar vacía. Ni inflación ni, lo que es peor, crecimiento o empleo. Sólo riqueza financiera y desigualdad real, receta para la revolución es su brillante resultado a día de hoy. Eso y engordar una burbuja de deuda pública que terminaremos pagando entre todos.
La solución pasa, necesariamente, por un ajuste de capacidad para adecuarla a la realidad de la región, algo para lo que no tenemos tiempo. La alternativa más inmediata, al menos en España, es fomentar su reutilización: un lugar perfecto para vivir, el mayor espectro de mano de obra posible, escasa obsolescencia fabril e inmobiliaria, igualdad de oportunidades tecnológicas, buenas infraestructuras que podrían convertir a nuestro país en tierra de oportunidades. Falta la creación del marco administrativo necesario para que así suceda. Es posible.
El cambio de modelo productivo es, precisamente, eso.
Otro artículo interesante es el de Daniel Lacalle: http://blogs.elconfidencial.com/economia/lleno-de-energia/2014-06-07/el-plan-draghi-no-arregla-europa_142722/Europa tiene un problema de sobrecapacidad y exceso de deuda, no de falta de crédito, con un exceso de liquidez de 180.000 millones de euros que el propio BCE muestra en sus documentos. Intentar forzar el crédito no es la solución. Se repite el mantra de que hay un problema de concesión de préstamos y no de sobrecapacidad
Como dice en su libro Nosotros los mercados:
Pues eso, cada uno a lo suyo, los políticos y banqueros centrales a estimular, los ciudadanos a esperar sus resultados perniciosos… Abrazos,
PD1: Cuando se bajaron los tipos de interés del 4% a 0,5% no sirvió para nada. Bajarlos de 0,5% a 0%, menos. Cuando se esperan soluciones mágicas siempre se decepciona uno. Draghi no va a solucionar Europa. Que alguien me explique ¿cómo va a solucionar la política monetaria la sobrecapacidad en Europa en energía, infraestructuras y sector financiero…?
PD2: El BCE no quiere hacer un QE a la americana/japonesa y yo lo entiendo… Es pan para hoy y mucha hambre para mañana… Pero las diferencias son cada vez mayores, en producción y en empleo:
Además, pasó desapercibido, pero Dragui corrigió a la baja las expectativas de crecimiento para la UE para este año 2014…
PD3: La política común de tipos a cero extendida por doquier, copiada a los japos, implica tipos reales negativos:
¿Cuántos años dejarán los tipos a cero? En Japón llevan un montón de años y no se vislumbra rebote alguno… En EEUU unos cuantos también. ¿Qué pasará si vuelve la inflación?
Mira cuantos años de tipos bajos nos esperan, con esta deflación que nos viene:
PD5: Lo único que podemos decir es que los bancos invierten en deuda pública que los políticos emiten con deleite…, hasta que les explote en la cara, o hasta que sea tan gravosa como es en Japón…
PD6: Hay un correlación muy fuerte entre la oferta monetaria y el PIB. Y los datos de la M1 indican que seguimos desacelerando…
Cuando lo verdaderamente importante es la velocidad del dinero… no se cambia de manos, luego no hay mucha actividad… Mira los datos de EEUU:
Y en bolsa, los beneficios empresariales deben ir de la mano de las cotizaciones. Y en Europa, esto no ocurre:
En EEUU el recorrido que queda hasta el año 2017 es cada vez más corto:
PD6: Mis hijas no se han coscado… Hasta al Papa han llegado… ¡Qué majo!