04 abril 2014

4 abril 2014 Vuelven a recomendar invertir en China

Hay un potencial de subida del 20% en el corto plazo en la bolsa de China, parte por una mejoría de los beneficios de las empresas y parte por unos fundamentales más estables y por las reformas comprometidas. Con esta subida del 20% se quedaría el mercado con una valoración de un PER de 8,6 veces beneficios, y seguiría muy barato:
Los analistas de fondos y bancos extranjeros, que durante los últimos años evitaron los mercados emergentes, vuelven a recomendar invertir ahí:

Siete conclusiones de BlackRock sobre el mundo emergente

CINCO EXPERTOS EN PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO DEBATEN SOBRE EL ENTORNO ECONÓMICO ACTUAL

 La gestora ha reunido a cinco expertos de primera fila de la casa para debatir sobre los pros y los contras del entorno económico actual en los países emergentes y hacer un exhaustivo diagnóstico de la situación actual de sus mercados.

BlackRock somete a estudio el comportamiento de los países desarrollados, en un debate celebrado en febrero en el que han participado varios expertos de la casa: Russ Koesterich, jefe de estrategia de la gestora; Jeff Shen, responsable de mercados emergentes; Sergio Trigo-Paz, responsable del equipo de renta fija de mercados emergentes; Sam Vecht, responsable del equipo especializado en mercados emergentes y Ewen Cameron Watt, director de estrategias de inversión del Instituto de Inversiones de BlackRock. 
Los cinco expertos han debatido pros y contras de las naciones en proceso de industrialización partiendo de una base común: estos países siempre han sido volátiles, aunque la fuerte inyección de liquidez de los bancos centrales en los últimos años han aportado al inversor una falsa sensación de seguridad. Para apoyar este argumento recurren a esta estimación del Banco Mundial: factores globales como el QE fueron responsables de más del 60% de los flujos de capital hacia mercados emergentes entre 2009 y 2013. La gestora plasma las 15 conclusiones a las que llegaron estos expertos tras una sesión de debate. 
1. Crecimiento
“El crecimiento en el mundo emergente está listo para ralentizarse más a medida que China reequilibra su economía. Es clave la diferenciación entre países, clases de activos y sectores”, explican los expertos. Éstos prevén que las divergencias entre naciones se ensanchen en 2014 y que este fenómeno se refleje en los precios de los activos. Asimismo, realizan una observación sobre los mercados de deuda local que tiene que ver con el crecimiento: “Los mercados de deuda local emergente con un tamaño considerable están haciendo mucho del trabajo atribuido a la política monetaria: los tipos al alza tienen una forma de ralentizar el crecimiento del crédito. El riesgo es que esta medicina agridulce reprima el crecimiento emergente”. Algo que de hecho ya está sucediendo: de media, los países en vías de desarrollo crecieron un 4,7% en 2013, la tasa más baja desde 2009. 
2. Divisas
“Los movimientos de la divisa son lo primero, lo segundo y lo tercero a tener en cuenta al invertir en emergentes”, afirman rotundamente los expertos. Éstos señalan que las divisas “con frecuencia maquillan los embates en los retornos de activos”, que son “el gatillo para las acciones de los bancos centrales” y que, en definitiva, constituyen “el mecanismo principal para el ajuste económico”. 
Por otra parte, el conjunto de responsables de BlackRock observan que las divisas se han debilitado mucho – “son raras las depreciaciones de más del 30% en divisas flotantes, lo que sugiere que haya pasado lo peor”-, aunque los tipos de interés todavía están en niveles preocupantemente bajos, “y más subidas de tipos conllevan el riesgo de matar al crecimiento”. Para Koesterich y compañía, la solución más adecuada sería subir los tipos de interés, dado que “la elevada inflación supone que los tipos reales de países emergentes todavía están demasiado bajos, dando de media un irrisorio 0,8%”.
Sin embargo, el riesgo viene del lado de que muchos países –y entre ellos naciones significativas como Brasil, India, Indonesia, Sudáfrica o Turquía- celebran elecciones generales este año, por lo que una política monetaria más dura contravendría los intereses electorales de los partidos gobernantes. Asimismo, destacan el hecho de que no exista la figura de un banco central que abarque todos los emergentes y esto dificulta la coordinación de políticas monetarias. 
3. Emisión de deuda
El comité de expertos de BlackRock comienzan este apartado constatando que, con frecuencia, la concesión de préstamos en estos países ha estado infracubierta y la información proporcionada también ha sido baja y a través de subsidiarias offshore. “La volatilidad de las divisas ha cortado este canal y creado un bucle de retroalimentación desagradable. Esto se podrá convertir en un ciclo virtuoso sólo cuando los inversores sientan que están siendo adecuadamente compensados por el riesgo que asumen y/o cuando haya pruebas de que esté volviendo a emerger el crecimiento emergente y el momento de reformas”, señalan. 
Dentro de estas conclusiones hay una llamada a la precaución: en algunos países se está interviniendo el sistema financiero y los mercados de capital. Los representantes de BlackRock recuerdan que las emisiones de deuda en divisa local se han duplicado desde 2008, alcanzando los 9,1 billones de dólares, según estimaciones del Banco de Pagos Internacionales. En el mismo periodo, el número de propietarios no residentes también se ha duplicado, hasta el 27%. “Esto crea riesgos. Una manada de inversores extranjeros entró en activos emergentes en parte por las elevadas expectativas de crecimiento, y estas expectativas ahora se están desinflando”, advierten. 
Aunque el más destacado, no es el único riesgo que acecha al mundo corporativo emergente. Desde BlackRock recuerdan que muchas compañías han emitido deuda en divisa extranjera sin cobertura, valorada en unos 800.000 millones de dólares, de la cual casi la mitad de la emitida entre 2009 y 2013 ha sido a través de filiales de ultramar, por lo que no está reflejado en las estadísticas. “Si las divisas emergentes se vuelven a tambalear, estas compañías pueden tener problemas para refinanciarse”. 
Dicho esto, el comité de sabios de BlackRock contrapone otro dato para difuminar los riesgos del boom del crédito en estos países: desde el año 2000, el crecimiento del PIB se ha quintuplicado, por lo que los niveles de crecimiento de la concesión de crédito se ajusta a los ratios de deuda sobre PIB. 
4. Quantitative Easing
De la misma manera que los programas QE han ayudado a reducir la volatilidad en estos mercados, su retirada puede provocar repuntes. “Este retorno a la normalidad significa más riesgo y mayor dispersión de los retornos”, advierten dese la gestora. Los expertos descartan un contagio al mundo desarrollado, a no ser que China frene en seco y paralice todo el comercio panasiático, algo que descartan que suceda. 
5. Hay buenas noticias
Los cinco expertos participantes en el debate no son del todo negativos: también encuentran buenas noticias en este entorno. La primera, que los países en vías de desarrollo pueden utilizar la depreciación de las divisas para mejorar su competitividad y ajustar su balanza de comercio; a un tiempo parte del ajuste económico se ha materializado a través de las alzas de tipos en los mercados de deuda local. 
La segunda buena noticia es que no se repetirá una crisis asiática como la de 1997, pues el mundo emergente ha hecho sus deberes: reservas de divisas más elevadas, divisas con un tipo de cambio flotante, fomento del ahorro doméstico… 
6. Oportunidades en renta fija
Las fuertes ventas registradas en los últimos meses han devuelto a la renta fija emergente a niveles convincentes. La preferencia de BlackRock se centra en la deuda denominada en una divisa fuerte, donde la mayoría de emisiones tienen grado de inversión y se ofrece un rendimiento medio del 6%. 
En cambio, la deuda en divisa local ofrece de media un 7% pero creen que esta rentabilidad no compensa el riesgo que asume el inversor. Eso sí, creen que este mercado presenta un gran potencial de desarrollo en el futuro gracias al crecimiento de los ahorros domésticos y al envejecimiento de la población, por lo que consideran esta clase de activo “un diversificador útil para los inversores estratégicos de largo plazo”. 
7. Oportunidades en renta variable
La postura en este punto bascula entre el escepticismo y el pragmatismo. La previsión es que, en base a la media histórica, las bolsas emergentes no se comportarán mejor que las desarrolladas. “El problema es que las acciones emergentes sólo parecen gangas si se comparan con las desarrolladas”, explican. Tampoco ayuda la baja calidad de las acciones (por fundamentales y liquidez) ni la fortaleza del dólar. 
Sin embargo, el comité de expertos de BlackRock cree que “las valoraciones ahora reflejan mejor la realidad del crecimiento más lento” y creen que el sentimiento de los inversores se ha vuelto bastante negativo, por lo que estiman que éste es un buen momento para comprar. “Esto hace de la renta variable emergente nuestra elección contrarian más destacada para 2014”, concluyen.
Abrazos,
PD1: Ya tenemos un nuevo paquete chino de apoyo a su crecimiento: más dinero para infraestructuras y para construir casas a los menos favorecidos. Exenciones fiscales y demás…

El Gobierno de China anuncia medidas para estimular la economía

El plan contempla exenciones tributarias para las pequeñas empresas

También apuesta por las viviendas sociales y por acelerar las líneas ferroviarias

El Gobierno chino ha dado un paso contundente para estimular la economía, que contempla mayores exenciones tributarias para las pequeñas empresas, la construcción de viviendas sociales y la aceleración del tendido de líneas ferroviarias. El paquete de medidas fue anunciado a última hora del miércoles, al término de una reunión del Consejo de Estado —el Gabinete—, liderada por el primer ministro, Li Keqiang.
Las medidas han sido adoptadas ante los síntomas de ralentización que experimenta la economía del país asiático desde hace tiempo, lo que ha hecho temer a los dirigentes que no se alcance el 7,5% de crecimiento del PIB (producto interior bruto) fijado para 2014. El año pasado, el PIB aumentó un 7,7%, el menor valor en dos décadas, frente a una previsión que también era del 7,5%. China tiene en marcha un ambicioso plan de reformas para hacer la economía menos dependiente de las exportaciones y la inversión, y que el consumo sea el motor de un desarrollo más sostenible.
Se trata de la primera acción concreta que toma este año el Gobierno para animar la actividad, y ha llegado después de que recientemente crecieran las expectativas sobre la intención del Ejecutivo de hacer algo ante la ristra de indicadores económicos decepcionantes –entre ellos, la producción industrial y el gasto en consumo-, que han provocado nerviosismo entre los inversores internacionales. “Encontraremos vías innovadoras, incluidos métodos fiscales y financieros para (…) afianzar el crecimiento económico”, ha asegurado el Gabinete.
Pekín ha dicho que relajará los criterios que permiten a las pequeñas empresas pagar la mitad de impuestos sobre los beneficios y extenderá esta política hasta 2016. También se elevará el umbral a partir del cual deberán abonar impuestos.

Vivienda pública

El paquete de medidas incluye un impulso a la financiación de la construcción de vivienda pública y de líneas ferroviarias, dos factores claves en el plan de urbanización en marcha. China acelerará la demolición de barrios de infraviviendas y apoyará los nuevos proyectos con la emisión de bonos por parte de una agencia especial creada por el Banco de Desarrollo de China.
El Consejo de Estado afirma que este año serán construidos 6.600 kilómetros de ferrocarril, 1.000 kilómetros más que en 2013. El 80% estará en las regiones del centro y el oeste del país. Para financiar la construcción de líneas férreas, será creado un fondo especial cifrado entre 200.000 y 300.000 millones de yuanes (23.400 y 35.100 millones de euros) al año.

Sin bajada de los tipos

No ha habido, sin embargo, mención a planes sobre la política monetaria, como una reducción del porcentaje que los bancos deben mantener de reserva, una bajada de los tipos de interés o incentivos a los bancos para que presten más.
Las medidas desveladas “significan que los diseñadores de las políticas no quieren correr el riesgo de ver el crecimiento caer por debajo del 7%”, afirma el banco HSBC en un informe. “El Gobierno está indicando claramente que pretende continuar llevando a cabo acciones de política real para mantener el crecimiento”.
Pekín ha optado en esta ocasión por medidas de alivio económico menores y de ajuste más fino que el gigantesco plan de estímulo, por valor de cuatro billones de yuanes (468.000 millones de euros), lanzado en noviembre de 2008 en respuesta a la crisis financiera, que ayudó a la economía china a recuperarse rápidamente, pero disparó la petición de créditos, calentó el mercado inmobiliario y la inflación, y tuvo serias consecuencias en el endeudamiento de los Gobiernos locales.
PD2: En el blog del FMI escriben esto:
Mongolia’s economy grew nearly 12 percent last year, the United States around 2 percent. So Mongolia grew around 6 times faster than the United States, yet of course the United States contributed more to GDP growth—over 150 times more. Why, because size matters.
Let’s apply this logic to China. A bigger but somewhat slower growing China of the future will contribute about as much to global demand as the smaller but faster growing China of before. This is arithmetic: An economy that is twice as big can grow by ½ as much and contribute the same to global demand. By the way, China today is more than twice as big as it was a decade ago.
So, the good news is, even with slower growth, China will continue to be an engine of global output. Indeed, an even bigger engine than before.
How big is China?
Big. China is the world’s second largest economy. Based on PPP exchange rates, China increased from 6 percent of global output in 1995, to 15 percent last year (see chart). Or, if you prefer using market exchange rates, the corresponding rise in China’s share of global GDP is from 2 percent in 1995 to 12 percent in 2013.
When will China surpass the US? In 2018, based on PPP exchange rates. Later using market exchange rates—by 2019, the last year of our projections, China’s economy would be equivalent to about 64 percent of US GDP.
China is big but not rich
China is the world’s most populous country. So per person, GDP in China is US$ 6,500, compared to US$53,100 in the US (see chart). Even the most developed cities in China do not approach the income levels of advanced economies. This underscores that China still has considerable room to grow. Indeed, as the IMF’s Managing Director noted in her recent address at the China Development Forum, China has its eyes fixed firmly on its next destination—aiming for “higher quality, more inclusive, and more sustainable” growth.
Size matters…contribution to global demand
The chart shows how much China is contributing to global growth. In 2003-7, China averaged 11.7 percent growth whereas in the coming five years (2015-19) we expect growth to average ‘only’ 6.8 percent. Yet, because China’s economy is much bigger, the average contribution to global growth will actually increase slightly—rising from 1.0 (2003-7) to 1.1 (2015-19) percentage points.
Size matters. Thus, we forecast China to contribute more than before to global output, even though growth is slowing. For exporters, this means China’s expanding market will continue to be a great source of future customers.
And, in the end, the world economy benefits the most from sustainable growth in China. As argued before, the world should welcome the slowdown in China to a more sustainable growth rate. Welcome, because it means much higher income in the future. And, as shown above, it means that China will continue to be an engine of global growth.
PD3: El más prestigioso economista chino David Daokui Li dice que tienen que animarse los inversores en China. Te sugiero su lectura: http://www.financeasia.com/News/376136,david-li-daokui-tells-investors-to-cheer-up.aspx
PD4: No es tan grave lo que se dice en la prensa de las deudas. Según Financial Times:

China’s debts do not signal imminent implosion

Beijing’s problems are very different from what happened in the US and EU, says Peter Sands
That China has borrowed too much seems incontrovertible. Total debt to gross domestic product, a measure including public, consumer and corporate borrowing, has risen sharply to 230 per cent of GDP – much higher than before the global financial crisis, and comparable to levels that have led to severe problems elsewhere.
Those who are bearish on China seize on this ratio as evidence that the country is heading for a crash, a debt-driven hard landing. They highlight the industrial overcapacity and excess of built infrastructure as the inevitable consequences of such debt-fuelled growth. They remark on the rapid increase and opacity of shadow banking. And they point to stresses in the interbank market, the recent default of a bond issued by a solar company and the weakness in the renminbi as warning signals of an imminent implosion.
Yet to jump to the conclusion that such a crash is inevitable is wrong. Equating China’s debt problem with what occurred in the US and Europe before the crisis ignores some important differences. To start with, while China borrows a lot it also saves a lot. So it has largely been borrowing from itself. This is very different from being dependent on foreign creditors.
Moreover, the increase in borrowing has largely been driven by companies rather than the government or consumers. Yet at the same time, and rather paradoxically, China’s businesses have also been accumulating significant savings. With little pressure to pay dividends or improve returns, they are recycling their money through the banks and shadow banks to lend to other companies. It is not an efficient way to allocate resources but it is more an indicator of the deficiencies of the capital markets than of systemic over-indebtedness.
Furthermore, China has largely borrowed to fund investment. When you borrow to consume, as the US and Europe did before the crisis, you have little to show for it afterwards other than a slide in living standards when the party stops. When you borrow to invest, you may end up with some white elephants and overcapacity but you also gain some superb infrastructure, such as China’s high-speed rail network, and some world-class productive facilities.
Finally, China has recognised the problem. Not for Beijing the delusion of a “new economic paradigm” that blinded so many policy makers and bankers in the west before the crisis. The leadership knows it has a problem and it is determined to tackle it. At this month’s China Development Forum, a government-sponsored conference in Beijing attended by many of the country’s senior leaders, almost every session touched on the topics of over-leverage and overcapacity.
Many of the warning signals cited by western analysts are deliberate or welcomed. The authorities want a tighter interbank market, applaud the greater discipline a bond default brings, and are determined to dispel the notion that the renminbi will always continue to appreciate.
In fact, China sees solving the debt problem as only one facet of a much more radical overhaul of the financial system, encompassing interest-rate liberalisation, development of capital markets, reform of local government finance and, ultimately, liberalisation of the capital account.
All these issues are interlinked. For example, the rise of shadow banking has as much to do with the search for yield as with demand for credit. With deposit rates capped, few bonds to invest in and dividend yields often derisory, savers are hungry for alternatives. Hence the extraordinary growth of internet savings vehicles such as Alibaba’s Yu’e Bao fund, which has attracted more than $80bn in deposits since its launch in June 2013.
Side-stepping the deposit rate cap as well all the liquidity and capital regulations, such funds offer better rates than the banks – then they, in turn, lend their deposits on to the banks. This regulatory arbitrage, and the attendant moral hazard, is reminiscent of what happened with US money market funds before the crisis, and underscores the need for rapid progress on deposit rate liberalisation.
Gradually deleveraging without overly damping growth will be tricky. Transforming the way China’s entire financial system works is a Herculean endeavour. There will be rough patches along the way, and plenty of scope for slips and stumbles – but so far Zhou Xiaochuan, governor of the People’s Bank of China, and his regulatory and government counterparts have proved remarkably sure-footed.
It helps that, while the composition of growth in China is changing, the underlying drivers remain strong. Urbanisation continues apace. Domestic consumption, particularly of services, is increasing fast; and, since there is no overcapacity in services, there is plenty of scope for generating growth and jobs. So, while there will be bumps and bruises along the way, China looks much more likely to navigate its way though these challenges than many western observers contend.
PD5: En 2006 el Estado español gastó 349.000 millones, en 2012 491.000 millones. ¿Alguien me puede decir dónde cojones está la austeridad? ¡Joder, qué mal hablado estoy siempre…! Según expertos en lingüística, un ciudadano medio español no usa más de 1.000 palabras y sólo los muy cultos alcanzan las 5.000. Interesante que de estas mil palabras haya 221 insultos. Te recomiendo su lectura para que enriquezcas tu vocabulario de sandeces…
PD6: Los fondos soberanos son unos inmensos fondos que tienen montados los productores de petróleo y MMPP fundamentalmente, que se dedican a invertir el dinero para cuando se acabe el petróleo, o para pagar pensiones, o para lo que quieran… Mira que cacho fondos de grandes hay por el mundo:
PD7: Pudimos ver la película de moda, la española de “los ocho apellidos vascos”. Menuda jartada de reír. Mira que tengo muy denostado el cine español, pero es que los españoles se nos caracteriza por una singularidad impresionante, una creatividad superior e irrepetible. Tronchante, disfrutamos de lo lindo. Una historia de amor costumbrista que refleja que el amor puede con todo. Mi duda es que no sé cómo les habrá sentado a los vascos ese verse reflejados como cuentan en el cine… De morirse de la risa. ¡Ay si nuestro amor por nuestras mujeres fuera tan fuerte como para aceptar la particularidad de nuestras esposas…! La mía es medio vasca, pero al menos no es tan mal hablada… Si quieres olvidarte de la crisis, vete a verla…