22 abril 2014

22 abril 2014 Nuevo interés por invertir en emergentes

Vuelve el interés por los mercados emergentes, tan denostados en los últimos años. Quizás veamos grandes subidas…
A number of asset managers have signalled a more bullish stance on emerging market assets, suggesting a revaluing of the beaten-down asset class.
Pictet Asset Management says it is building up positions in emerging market equity and local currency debt, with Brazil and China the markets its investment team favours.
“Valuations of emerging market currencies have fallen to a point where they are now starkly at odds with such economies’ fundamentals,” says Luca Paolini, chief strategist at Pictet Asset Management.
“Emerging currencies are, on average, trading at almost two standard deviations below their equilibrium level (which takes into account a country’s net foreign asset holdings, inflation rate and its relative productivity).”
The firm says outflows from local emerging debt markets have eased in recent months, helping to justify its new overweight position in local currency bonds. However, the firm has reduced to underweight its position in dollar-denominated emerging market bonds.
Meanwhile, Ashmore, a specialist emerging market investor, declared that the “rebound” in emerging market assets was gaining momentum.
“Notwithstanding the global macro backdrop and favourable technicals in EM assets, it looks as if the market is starting to respond to incremental evidence that economic re-balancing is at play with external vulnerabilities subsiding,” says Gustavo Medeiros, portfolio manager at Ashmore.
Medeiros highlighted several trends to support the revaluation of emerging markets assets such as the Brazilian trade balance returning to surplus in March, measures announced by China's State Council to support domestic demand and a reduction in the Turkish trade deficit.
Y otro más que se vuelve positivo:

M&G: El malestar en torno a los países emergentes no está justificado por fundamentales

Matthew Vaight, gestor del M&G Global Emerging Markets, explica que los mercados en desarrollo ofrecen un buen punto de entrada para los inversores contrarian. "Pocas veces en la historia el valor contable de estas empresas ha estado tan bajo".

Matthew Vaight, gestor para M&G Investments del fondo M&G Global Emerging Markets Fund, ha sido el último de una larga lista de inversores especializados en países en vías de desarrollo que ha tratado de poner en contexto y relativizar el negativo comportamiento que han experimentado algunos de estos mercados en el último año. Vaight afirma que él y su equipo de inversión están detectando que, mientras que tanto las expectativas de beneficios como el flujo de capitales de los mercados desarrollados son similares a los que presentan los países en vías de desarrollo, en cambio los mercados emergentes han superado en rentabilidad a los industrializados a pesar del pesimismo. 
"Actualmente hay un malestar general que domina los mercados emergentes, pero mirando de cerca los fundamentales no creemos que esté justificado”, afirma Vaight. El gestor, que invierte con una filosofía contrarian, cree que hay una oportunidad de inversión porque constata que “los mercados están dispuestos a poner valoraciones muy altas en firmas locales conocidas y están ignorando los emergentes. Cree que las acciones emergentes están mostrando signos de estabilización y ve buenas oportunidades como consecuencia de ello. “Si se combinan esta rentabilidad en la tabla de renta variable con la mejora del ratio precio/valor en libros, se puede apreciar una revalorización de los valores del mercado desarrollado que llega a ser dos veces su valor en libros, mientras que en el caso de los mercados emergentes la cifra es de 1,5 veces”, explica el experto, que señala que pocas veces ha estado tan bajo el valor contable de las empresas emergentes en la historia.  
“Creemos que el sentimiento actual es demasiado pesimista y que se está interponiendo en el camino de la gente que realmente se está fijando en los fundamentales”, continúa el gestor. Pone como ejemplo Rusia, que como consecuencia del conflicto en Ucrania ha sido el foco de muchos titulares negativos, y esto ha llevado a los inversores a vender sin distinguir entre empresas mal gestionadas y las bien gestionadas... lo que, otra vez, es un buen punto de entrada para los inversores contrarian con estilo value, ya que Vaight considera que “algunas de las empresas rusas mejor gestionadas tienen valor desde un punto de vista fundamental”.
“Hay valor en los mercados emergentes, pero hay que encontrar los países, los sectores y, lo más importante, las compañías y los equipos de gestión que se desea respaldar”.
El gestor tiene una visión negativa sobre las compañías del sector de productos básicos de consumo, pues considera que se han puesto caras. En cambio, afirma haber aumentado “drásticamente” las posiciones dentro de la cartera del fondo de los valores del segmento de consumo discrecional y del sector financiero.
Otro más:

Ya es primavera… en los mercados emergentes

NG IM REDUCE SU INFRAPONDERACIÓN A ESTA CLASE DE ACTIVO

Los mercados emergentes (tanto de renta variable como de bonos) lo han hecho bastante bien durante los últimos meses. Según ING IM, muchas de las noticias negativas sobre los mercados emergentes ya han sido descontadas.

Los mercados emergentes (tanto de renta variable como de bonos) lo han hecho bastante bien durante los últimos meses. Así lo aseguran en ING Investment Management tras el reciente comportamiento registrado por esta clase de activo.“Muchas de las malas noticias ya han sido descontadas por los mercados y, por lo tanto, un menor riesgo inmediato anima a los inversores a entrar en estos mercados de nuevo. Hemos cerrado la mayoría de nuestras infraponderaciones en emergentes, pero seguimos siendo cautos a medio y largo plazo”,explican en la entidad holandesa.
Según ING IM, muchas de las noticias negativas sobre los mercados emergentes ya han sido descontadas. “Después de más de un año de fuertes salidas, los mercados ya han descontado muchas de las noticias negativas. La creciente evidencia de estrés del sistema financiero chino y una agresiva intervención de Rusia en Ucrania son sin duda importantes noticias negativas pero no han sido capaces de arrastrar a las divisas emergentes. Esto sugiere que el riesgo a la baja de estas divisas es menor de lo que lo era antes”, explican desde la entidad.
“La semana pasada hablábamos sobre la resistencia de las divisas emergentes. A pesar de los comentarios de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, y el aumento de las preocupaciones sobre el crecimiento de China y su sistema financiero, las divisas emergentes en general, se han apreciado desde la segunda mitad del mes de marzo”, señalan.
“Ya mencionábamos que una de las razones que explicaban la resistencia de los mercados emergentes era que las noticias sobre China eran ya tan malas que los mercados ya las habían interpretado como buenas: cada dato decepcionante era un paso hacia una respuesta política. Y en efecto, las autoridades chinas anunciaron una serie de medidas de estímulo, bastante parecidas al ‘mini stimulus pack’ que se anunció el año pasado. Las medidas incluyen el gasto acelerado en los proyectos ferroviarios y de vivienda pública y la desgravación fiscal extendida para las pequeñas empresas. Aunque la magnitud y la eficacia del estímulo no deben ser sobreestimados, debería ayudar a apuntalar el sentimiento hacia China y los mercados emergentes”.
Y otro:

El mayor motivo por el que aumentar la exposición a China

ES LA ÚNICA GRAN ECONOMÍA EN EL MUNDO QUE ESTÁ REALIZANDO REFORMAS ESTRUCTURALES

Chi Lo, economista senior de China y Adeline Ng, responsable de renta fija asiática en BNP Paribas Investment Partners.

El retroceso del crecimiento en China ha sido una minúscula fuente de preocupación para los mercados, pero desde nuestro punto de vista ha sido exagerado. En primer lugar, el Gobierno chino, si lo desea, tiene los recursos financieros suficientes para empujar el crecimiento. Pero no se quieren embarcar como antes en un crecimiento indiscriminado: el objetivo de Pekín ha cambiado sustancialmente y quieren un crecimiento de calidad y no de cantidad. Por esta razón están implementando reformas estructurales y reduciendo los excesos de inversión, lo que está desacelerando el crecimiento del PIB.

Si el crecimiento se desacelera hasta el 7-7,5% anual, Pekín reaccionará inyectando estímulos selectivos para asegurarse que que la economía crecerá a niveles suficientes para facilitar las reformas económicas. Como no hay fugas de capital fuera de China, estos estímulos serán efectivos para empujar el crecimiento nacional, por lo que estamos confortables con un crecimiento del PIB del 7,6% este año.
En segundo lugar, los inversores tienden a ver una desaceleración del crecimiento en China como resultado de problemas económicos, y esto no es completamente cierto. La mayor parte de la desaceleración del crecimiento es el resultado de la implementación del Gobierno de reformas estructurales para resolver problemas: la desaceleración del crecimiento es un dolor a corto plazo para obtener beneficios a largo plazo. Nosotros prevemos que el crecimiento en China se mantendrá en 7-8% esta década.
El mayor motivo para aumentar la exposición a China es que es la única gran economía en el mundo que está realizando reformas estructurales. No existe otra gran economía que esté realizando este tipo de reformas a tan gran escala como China está llevando a cabo y continuará haciéndolo.
Esto significa que el potencial de reevaluación de los activos chinos (es decir, que coticen en múltiplos más elevados) es mucho mayor que la de otros grandes mercados desarrollados. China se encuentra al principio de su ola reformista. Desde nuestro punto de vista, en este estado la volatilidad del precio de los activos chinos hace que sea un buen momento para construir una posición en estos activos. Nadie sabe cuándo se recalificarán, pero es mejor posicionarse ahora antes que los precios aumenten.
Los sectores relacionados con la demanda nacional tendrán una rentabilidad positiva en el entorno estructural donde Pekín intenta desplazar el momento de crecimiento de la inversión al crecimiento del consumo. Esto incluye servicios como el turismo, la educación, los servicios médicos, las telecomunicaciones, entre otros.
Desde un enfoque bottom-up, intentamos seleccionar esos sectores con empresas estatales que el gobierno quiere reestructurar porque son empresas que serán más eficiente tras el proceso reformista.
Además de la rentabilidad de los bonos, para inversores en euros o en dólares, esperamos una apreciación adicional de divisa del 1,5% al 2%. Continuamos positivos en la tendencia de apreciación del renminbi a medio y largo plazo, dado los superávits por cuenta corriente y comercial, la cuenta corriente positiva y los balances básicos del país, con un crecimiento del 7,6%, cerca de los 4.000 billones de dólares de reserva de divisas y la internacionalización de la divisa hacia un estatus de divisa de reserva. Observamos la actual corrección como un buen punto de entrada.
Abrazos,
PD1: Queda mucho por hacer en China:
PD2: China va ganando terreno:

How China is affecting Europe’s position in the world

NOTHING could be better designed to reassure Eurocrats that Europe remains a force in the world than the arrival in Brussels of the leaders of America and China, the two biggest economies, within days of each other. Barack Obama and Xi Jinping both paid homage to the European Union and sought better trade relations with Europe, the world’s biggest exporter. But there the similarities end. The American president talked mostly of universal values and security as he girded the transatlantic alliance to confront a newly aggressive Russia. Xi Jinping spoke instead of reviving the Silk Road and was non-committal over Russia’s annexation of Crimea.
Europe is eager to do an ambitious transatlantic trade deal, but lukewarm about Mr Xi’s calls for a separate EU-China trade pact. Europe’s dealings with China are still marked by suspicion, not to say incomprehension. What to make of the gift by Angela Merkel, the German chancellor, to Mr Xi, for instance? Whether by error or design, Mrs Merkel gave him an 18th-century map that excluded Tibet, Xinjiang, Mongolia and Manchuria from China’s domains; it also seemed to exclude the islands of Taiwan and Hainan. Official Chinese media either ignored the map or substituted it with a 19th-century one that showed China extending all the way into Siberia.
Such missteps aside, Europe’s nervousness about the emergence of China has abated of late. Perhaps Europeans feel more secure, having survived the euro crisis. Or perhaps they have become more pragmatic, realising that they need China to boost their anaemic growth. Rather than fretting that China is buying European firms on the cheap, European governments these days are competing to attract Chinese investment (see article).
It helps that China has become more tractable in trade disputes. The two sides have settled a long row over underpriced Chinese solar panels. Ahead of Mr Xi’s visit, China also dropped its threats to penalise imports of wine and polysilicon (used to make solar panels); and the EU dropped charges of alleged dumping by Chinese makers of telecoms equipment (though not an inquiry into alleged illegal subsidies). The EU likes to think the change is a response to its more muscular approach. More likely, it reflects China’s worry about being excluded from a series of interlocking trade agreements that America is negotiating with the EU, with countries of the Pacific and with selected partners to liberalise trade in services.
“The Chinese are difficult but you can negotiate with them and they will usually respect the deal. With the Russians it’s impossible,” says one figure in Brussels. Mr Xi put it more poetically in Le Soir, a Belgian newspaper. “Rocks cannot interrupt the course of a river in its tumultuous voyage to the ocean. I am convinced that no problem or difference can halt the march of Sino-European friendship and co-operation.”
More than Sino-European relations, though, the unstoppable river may be the flow of Chinese goods around the world. A recent paper for Bruegel, a think-tank, co-written by Jim O’Neill, a former Goldman Sachs economist who coined the term “BRIC” (for the fast-rising economies of Brazil, Russia, India and China), predicts some striking changes. China has already overtaken America as the biggest single trader and will match the EU by 2020. By then, China’s share of global GDP (measured at purchasing-power parity) will also probably surpass the EU’s. Some European countries will lose their share of global trade faster than others. On current trends, by 2020 China will become the biggest single destination for German exports (overtaking France) and the second-biggest for France (displacing Belgium, but still behind Germany). Italy and Germany will export more to emerging and developing markets than to their euro-zone partners (unlike France, Spain, Belgium and the Netherlands).
All this raises some big questions. Internationally, it will be ever harder for Europeans to justify their disproportionate seats and voting weights in the IMF and World Bank. That may push some to reconsider the idea of a single seat for the EU or perhaps the euro zone. At home, the implications may be harder still. If European countries trade more with the outside world than with each other, the commitment to a single currency may weaken. Yet diverging trade patterns may also mean that euro-zone countries have to become more integrated to be better prepared to resist asymmetric shocks from external partners.
Europe and Chimerica
Some Europeans console themselves with the thought that the Chinese miracle cannot last for ever. They also hope a transatlantic deal will allow America and Europe to set global trade rules and standards for years to come. When it comes to China, Europe wants first to test its readiness to open its markets through an investment agreement before thinking of a wider trade pact.
Yet a transatlantic trade deal could easily be halted by political obstacles. Mr Obama has already told Europeans in private that they need the agreement more than the Americans do. And he has warned them that America would not tolerate an agreement that, together with the euro zone’s deflationary policy, serves only to increase Europe’s trade surplus, particularly with America. Mr O’Neill says that, in any case, trade deals will not do much to alter underlying trends, even if China’s growth slows.
So although recent visits flatter some in Brussels into thinking that the EU can be part of a G3 with America and China, Europe remains the weakest link. The EU’s exclusive competence in trade gives it real bargaining power. But the single trade policy, like the single currency, makes sense only as part of an effort to stimulate liberalisation and economic dynamism at home. Anything less will be swept away by the flow of globalisation
PD3: ¡Cuántas veces vamos a Misa como meros espectadores! Miramos lo que pasa, vemos al cura que echa humo (incienso), que levanta las manos, que nos dice cosas. Estamos más pendientes del niño que llora, de los conocidos que vemos… Yo me acuso de que me distraigo muchos días por culpa de los peluqueros de hombres!!! Esos cuellos tan mal cortados, esos cuellos inexistentes. De las mujeres no me fijo, me deben sacar todas más de 20 años…
Es como un ritual donde pasan cosas que muchas veces nos gustan, pero que no entramos a participar. Sí, contestamos cuando nos toca, decimos de memoria lo que le corresponde decir “al pueblo”, pero nos quedamos como meros espectadores sin que nos sirva de nada.
Y nuestro actuar debería ser otro, más participativo. La celebración de la Eucaristía tiene cada momento que debemos aprovechar. Pedir mucho perdón por los errores cometidos. Atender y tratar de entender la Palabra que se lee. Intentar que lo que nos diga el cura lo pongamos en marcha, lo apliquemos (que no nos quedemos diciendo que bien habla el cura y tal). Pedir por todo lo que queremos, ofrecernos y ofrecer nuestro trabajo, nuestros actos, reparar por lo que vemos se hace mal. Pedir por la unidad de los cristianos… Y dar muchas gracias por recibir al Señor… Ser conscientes que nos lo llevamos dentro, que nos convertimos en un sagrario andante… Pero no, ¡qué cantidad de veces estamos de “miranda” siendo sólo espectadores de una celebración y no partícipes de ella…!