23 julio 2013

23 julio 2013 Consecuencias de imprimir tanto...

Por fin me largo de vacances… ¡BUEN VERANO!

En que tendremos mucha inflación y no podremos defendernos de la misma… Es lo peor que nos va a pasar en los próximos 5 años: estancamiento e inflación… Bonito panorama…, desolador

¿Dónde se esconde la inflación?

Seguramente conocen ustedes el experimento de la rana y el agua hirviendo. Según esta conocida parábola, popularizada por el gurú del management Peter Senge, si echamos una rana en una olla con agua muy caliente, esta saltará inmediatamente. En cambio, si la echáramos en la olla con el agua a temperatura ambiente y la fuéramos calentando poco a poco, observaríamos cómo la rana se iría acomodando a la temperatura hasta perder el sentido y, finalmente, morir literalmente escaldada. Si hicieran el experimento de verdad –les recomiendo que no lo intenten en sus casas–, la rana, que es rana pero no tonta, saltaría cuando la temperatura se tornara insoportable. Pues bien, algo parecido sucede con la inflación, por la que, por muy gradual que sea, tarde o temprano abandonaremos la olla si las autoridades monetarias siguen insistiendo en las políticas inflacionistas.
El uso de un dinero determinado, sea sólido o fiduciario, supone unas ventajas frente al trueque tan importantes y, a su vez, los costes de cambiar de un medio de intercambio ya consolidado y aceptado por todos, son tan elevados, que es perfectamente comprensible que aceptemos la degradación del poder adquisitivo de la moneda de curso legal mientras esta sea gradual y no dramática. Y esto lo saben muy bien los bancos centrales, que disponen de un amplio margen de actuación para'imprimir' dinero e inyectarlo lentamente en la economía, sabiendo que el público lo absorberá, adaptándose a las nuevas condiciones elevando los precios de los bienes y servicios, siempre y cuando no perciba que le están tomando el pelo.
En este contexto, los defensores del intervencionismo monetario apoyan la impresión y critican llamando alarmistas a quienes se oponen a las políticas de falso estímulo practicadas por las autoridades monetarias. Argumentan que las estadísticas oficiales apenas reflejan rastro alguno de inflación. Es más, el propio presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Helicopter Bernanke, declaró hace unos días que la inflación debería ser incluso aún mayor. Es decir, que hay que seguir calentando el agua.
Ante el argumento de que el IPC no refleje atisbos de inflación caben varias observaciones. En primer lugar, desconfíen ustedes de las estadísticas oficiales. ¿Acaso no les extraña que cada dos por tres se cambie la composición de la cesta de la compra y las ponderaciones con las que se elaboran los índices de precio al consumo? Claro que los hábitos cambian y el mix de productos de consumo que adquirimos evoluciona con los tiempos, pero ¿tan frecuentemente? Además, ¿por quétras cada cambio metodológico, la inflación siempre suele resultar menor que con el criterio anterior, tal y como refleja el interesante ejercicio realizado porShadow Government Statistics?
 
Miren, mientras el IPC oficial americano se situaba en mayo en 1,4%, si se aplicara la metodología de 1990, el índice sería de más de un 4%. Es decir, se han eliminado del cálculo productos que han visto su precio incrementado. Y si se aplicara la de 1980, la inflación aún estaría cercana al 8%. ¿No les resulta contradictorio? Díganme, si un producto pierde peso en la cesta de la compra porque se considera que ya no es tan demandado, en principio su precio debería tender reducirse, ¿verdad? Sin embargo, si lo mantenemos en la estadística, el índice refleja un aumento de precio aún mayor ¿Tiene esto sentido? ¿No creen que puede haber otros motivos, quizás más de índole política que técnica para decidir qué se incluye y qué no en el cálculo del IPC?
Llámenme malpensado, pero permítanme llamarles la atención sobre el siguiente cambio metodológico anunciado por el US Bureau of Labor Statistics en su informe de mayo (ver PDF). En la tabla el producto que muestra, con diferencia, un cambio mayor en el índice de precio –no ajustado por estacionalidad– es el gas canalizado –utility (piped) gas service– con un 14,2% de incremento respecto a mayo del 2012. ¿Adivinan cuál es uno de los productos que cambian su ponderación para la publicación del IPC en junio? ¡Exacto! El gas canalizado. Saquen ustedes sus conclusiones. Es como si fueran midiendo la temperatura del agua e informando de ella a la rana, pero cada vez con un termómetro distinto y con diferentes marcas en la escala del mercurio.
En segundo lugar, aun aceptando a efectos dialécticos que la medición del IPC está ausente de problemas de índole técnica, tengan en cuenta que la inflación no es necesariamente equivalente al crecimiento de los precios al consumo. Antes bien, hay otros muchos precios que no están relacionados con el consumo y que se ven afectados por las distorsiones monetarias. Por ejemplo, materias primas, bienes de equipo, activos financieros, etc. De hecho, grandes economistas austriacos comoMises o Hayek, cuando analizaron las causas del boom de los años 20 y la depresión iniciada tras el crack del 29, nos advirtieron de la necesidad de estudiar la diferente evolución de los precios de los bienes de las distintas fases de los procesos productivos.
 
Pueden comprobarlo con los precios de algunas materias primas, por ejemplo, el petróleo, omnipresente en los procesos de fabricación y cuyo precio los economistasmainstream rechazan que tenga algo que ver con las políticas de expansión monetaria. No dejen de leer el clarificador relato que Daniel Lacalle, granconnaisseur del sector, realiza en su libro Nosotros los mercados sobre el funcionamiento de los mercados de materias primas en general y del petróleo en particular. Como él mismo afirma, "no cabe duda alguna de que los movimientos de precios de los últimos años son consecuencia de la política disparatada de impresión de moneda y expansión monetaria".
 
Porque ¿saben cuánto es la diferencia del precio del petróleo hoy respecto al precio de 1950 en dólares corrientes? ¡Más de 65 veces superior! Y si lo miramos en dólares constantes, la diferencia es también de varios múltiplos. Sin embargo, fíjense qué ocurre si en vez de observar el precio en dólares lo hiciéramos en relación al oro. El precio del petróleo hoy está a los mismos niveles de ¡1950! Esto nos da una indicación de la validez de los deflactores basados en índices generales de precios pero, sobre todo, nos ofrece una pista de las distorsiones que introducen las políticas monetarias en los mercados. Y no sólo ocurre con el petróleo; podemos encontrarlo en la mayoría de las commodities.
 
Asumamos, no obstante, que el IPC no está manipulado y mide fielmente el impacto de las decisiones monetarias en el nivel de precios situándose cerca del objetivo del 2%. Díganme, ¿creen que tiene sentido que suban los precios, siquiera uno o dos puntos, en una situación de depresión de la demanda cuando, como dije en alguna ocasión, (i) no compran ni los que nunca pagan, (ii) el exceso de capacidad en las fábricas es patente, (iii) los stocks se cubren de polvo en los almacenes, (iv) el crédito brilla por su ausencia y (v) las empresas y familias dedican sus excedentes a reducir su endeudamiento? En estas condiciones, ¿no creen que deberían estar bajando los precios para ajustarse a la realidad económica?
Finalmente, permítanme insistir sobre los peligros que supone trabajar con magnitudes promedios y agregados y extraer conclusiones generales de los cálculos realizados. Precisamente por obviar esto, a los macroeconomistas mainstream se les escapan los desequilibrios que provoca en la estructura productiva la manipulación del dinero. Distorsión que se refleja en la composición de los precios relativos entre los productos de consumo y aquellos bienes utilizados en la producción de materiales y equipamiento para uso industrial. Como quiera que ellos sólo manejan agregados y promedios como el concepto del 'nivel general de precios', no son capaces de explicar los ciclos económicos ni las negativas consecuencias de las políticas que proponen.
Es como si las ranas del principio fueran el ingrediente principal en la final deMasterchef y un concursante metiera una en una olla con nitrógeno líquido a -180ºC y el otro introdujera su anfibio en una cazuela con aceite hirviendo a 220ºC. Aunque la rana promedio disfrutaría de una agradable temperatura de 20ºC, la realidad sería que tendríamos dos cadáveres de batracio. Así pues, ojo, no les cuenten que en promedio están ustedes fenomenal mientras les están cocinando a fuego lento y aún no lo saben.
Y el único remedio para salvarse de la inflación son las acciones, como bien sabes… Todo se deprecia, todo pierde valor, salvo las acciones que se ajustan casi a la misma velocidad que la depreciación del dinero… Pero no compres acciones españolas; cómprate acciones de fuera. Abrazos,
PD1: Las consecuencias de imprimir son inflacionistas…, nos guste o no. ¿Cuándo aparecerá la inflación? Antes de lo que nos imaginemos… Es la triste realidad.

"La inflación irrumpirá con fuerza los próximos cinco años"

“El perro que no ladra”. Así se titulaba un reciente informe del Fondo Monetario Internacional que analizaba la evolución de la inflación desde el inicio de la crisis financiera. Según Pictet Asset Management, la metáfora es bastante acertada, ya que, la inflación, tras la recesión y sucesión de estímulos monetarios de gran envergadura, con aumento de los balances de los bancos centrales, ha tenido un comportamiento extraordinariamente apacible y desde 2008 la subyacente de países desarrollados, sin rozar territorio negativo ni amenazar con crecer sin control, se ha situado entre el 1% y el 2,5%.
No obstante, en la gestora consideran que van a verse decepcionados los que esperan que estas condiciones propicias persistan. “Aunque no se ha desencadenado todavía un crecimiento marcado de inflación ni sus previsiones, el aumento de la masa monetaria parece apuntar a inflación duradera en años venideros, elevada en países desarrollados. En concreto, el incremento de un punto porcentual de masa monetaria está relacionado, a largo plazo, con incremento del 0,95% de la tasa de inflación. Prevemos que la tendencia inflacionista crecerá a nivel mundial hasta 3% a 4% a medio plazo en Estados Unidos (2,5% los últimos veinte años). En la eurozona es probable se sitúe en el 2% hacia 2017 y supere el 2,5% en Alemania. En Reino Unido puede alcanzar el 3% y en Japón el 1,5%.
La principal razón, según Pictet AM, es que los responsables de política económica de países desarrollados, tras haber aumentado la masa monetaria mediante sucesivos programas de recompra de activos, aflojen en cierta medida las riendas de la inflación, al menos unos pocos años. “Una mayor inflación, con tipos de interés reales negativos, proporcionaría a los países altamente endeudados menor valor real de la deuda pública, de manera menos dañina que quitas o recortes drásticos del gasto público. Estados Unidos ya demostró que era posible. En 1946 su deuda alcanzó el 120% sobre el PIB y la Reserva Federal permitió que la inflación aumentara un promedio del 6% más de cinco años, lo que contribuyó de manera crucial a reducir su tasa de endeudamiento al 75% en 1951”.  
Indulgencia ante la inflación
Ahora numerosas pruebas indican que los responsables de política económica están haciendo lo posible para lograr algo similar.  La Reserva Federal ha hablado de empezar a disminuir la expansión cuantitativa pero ha insistido en mantener los tipos de interés en niveles excepcionalmente bajos hasta que la inflación alcance el 2% y la tasa de desempleo descienda del 6,5%. Por su parte, el Banco de Inglaterra baraja abiertamente la posibilidad de objetivo de tasa de PIB nominal, mientras el Banco de Japón ha doblado su objetivo de inflación hasta el 2% como parte de un plan reflacionista de gran amplitud.  Si bien el BCE, decidido a mantener el aumento de precios muy cerca, aunque debajo del 2%, aparenta ser el último, es consciente de que los países de la eurozona con pleno empleo, como Alemania, soportarán una tasa de inflación muy superior si los del sur logran ser más competitivos.
“Cabe señalar que esta reciente indulgencia ante la inflación se debe en gran medida al pronunciado cambio de doctrina de centros de investigación académica y organismos económicos influyentes. El FMI, en el pasado ardiente defensor de medidas restrictivas, publicó en 2010 un artículo que defendía que los bancos centrales debían aumentar objetivos de inflación del 2% al 4% para amortiguar futuras crisis económicas”.
Según Pictet AM, aunque los responsables de política económica se sientan capaces de diseñar un aumento moderado de subidas de precios, se han adentrado muy lejos en territorio desconocido, con posibilidad de errores inusitadamente elevados, en especial respecto a elección del momento en que se retiren los estímulos. “Puede que, al mantener las políticas expansionistas demasiado tiempo, no perciban que las condiciones del crédito han cambiado y provocar inflación ampliamente por encima de sus nuevos objetivos. Además, Japón y Reino Unido fomentan activamente la depreciación de sus divisas para impulsar las exportaciones. Ello puede deteriorar el valor de la moneda fiduciaria en relación a activos reales como oro o bienes inmuebles y generar inflación crónica”. 
PD2: La deuda pública de España sigue creciendo sin cesar (recuerda que en 2008 era del 35,5% del PIB). Según los datos de Eurostat: ¡debemos 922.828 millones de euros! ¿Lo pagaremos algún día? Nunca. Habrá quitas. Sobre todo teniendo en cuenta que nuestro PIB es falso que sea de 1.030.000 millones de euros, el mismo que en 2008… No, presumiblemente el PIB español sea hoy del entorno de los 800.000 millones de euros y en términos relativos el gravamen de la deuda sea mayor… No, no hay tijera…, se han subido los impuestos que sirven para recaudar unos 4.000 millones más al año, pero seguimos gastando 60.000 millones más de lo que ingresamos… Así vamos a una quiebra segura.
PD3: Otro dato de la parálisis española: no se vende de nada, ni siquiera ordenadores: La venta de PC en España sufre otro descalabro y cae un 43,7%
PD4: A pesar de lo que dicen los políticos domésticos, esos que piensan más en sus cosas que en sacar adelante a España, las expectativas de España son paupérrimas para los próximos 5 años:
As the nations of Europe argue over and over that France is not Greece, Portugal is not Ireland, and reality is not fantasy, Bloomberg has in fact quantified just where each of these troubled nations stands for the next five years. The bad news for the Spanish - facing demands for Rajoy's resignation over the graft - is that they have the worst five-year outlook of all European nations. Worse than Portugal, notably worse than Greece, and dismally worse than Bulgaria. On the bright side, Norway - with the best outlook by farover the next five years - looks attractive (or closer still Luxembourg.)
Not good for Spain...
Bloomberg ranked these nations based on projections for GDP growth, GDP per capita, and unemployment rate, as well as the average inequality (or Gini coefficient). (Cyprus was excluded due to lack of reliable data)
Source: Bloomberg
PD5: ¿Sabes lo que es una madre? Alguien que da gratis un mogollón de cosas a sus hijos y su marido…